Diana Spencer, más conocida como Lady Di (1961-1997), tenía amigos célebres como George Michael y Elton John. Pero fue Freddie Mercury, de quien era cómplice y confidente, con quien la "Princesa del Pueblo" compartió las noches más divertidas durante los años 80's.
La royal y el líder de Queen solían salir a escondidas. Si bien su amistad aparece retratada en The Crown, hubo una noche particular en la que el músico consiguió disfrazarla de hombre para ir a un bar gay. Una noche icónica que quedó en el recuerdo y que hace poco fue recordada por Daily Mail.
La anécdota se desprende de la narración de actriz Cleo Rocos, quien en la reedición de su libro The Power of the positive drinking (Square Peg, 2013) confirmó los detalles de aquella "salvaje" noche de 1988.
En aquel momento, la princesa de Gales tenía 27 años y llevaba ocho años de casada. A pesar de su alta exposición, consiguió camuflarse con sus amigos para vivir unas horas en un antro gay al que llegó disfrazada con holgada ropa militar y lentes oscuros.
Las amistades de Lady Di en común con Freddie Mercury
En 1988, Diana comenzó a frecuentar en reuniones y comidas al presentador Keny Everett, a quien admiraba desde niña y de quien se convirtió en amiga.
“Siempre había una gran emoción y ansiedad al recibir una invitación para un alegre almuerzo con la Princesa Diana. Ella era una gran fan del Kenny Everett Show y nos conocíamos hace años. Tenía un encantador y alegre sentido del humor”, recordó Rocos en su libro.
“En una ocasión, nos reunimos a almorzar en Bombay Brasserie en Kensington. Ella llegó sonriendo y claramente esperaba con ansias aquel almuerzo. No había guardaespaldas visibles”, rememoró la actriz. En esa salida, detalló, Diana había sugerido que tomaran un Bellini –cocktail a base de champagne y jugo de durazno– porque sabía que allí hacían "uno muy bueno".
En ese divertido almuerzo hasta charlaron “qué estrellas y celebridades hacían qué y con quién” y chusmearon sobre "rumores de palacio". Pero esa noche, Kenny y Cleo tenían planes de reunirse con otro amigo, Freddie Mercury, quien por entonces era una súperestrella gracias a hits como Somebody to love y We will rock you.
Claro que sabían que esa salida no sería lo que se dice tranquila. “Kenny llamó por teléfono a Freddie y le dijo que viniera antes ya que Diana estaba con nosotros viendo The Golden Girls”, relató Rocos.
El plan fue aún más fácil porque Mercury era vecino de Everett, así que enseguida lograron reunirse tirados en un sofá y frente a la TV Mercury, Lady Di, Cleo y Kenny.
Según recordó la actriz, Diana preguntó cuáles eran los planes para esa noche. A lo que el cantante aseguró que irían a un bar gay llamado Vauxhall Tavern. Tras haber compartido el plan, Diana pidió ir con ellos.
“¿Cuáles serían los titulares si te pillan en medio de una pelea de bar?”, le respondió de inmediato Kenny, quien intentó disuadirla de la idea porque sabía que los paparazzi no los dejarían en paz. Pero la royal insistió con que la llevaran esperando la aprobación de Freddie.
“Vamos, dejemos que la mujer tenga algo de diversión”, dijo finalmente Mercury entre risas. El plan de Diana era llegar sin ser detectada, pedir un trago y divertirse un rato.
Cómo fue el outfit de Lady Di para su noche en un bar gay
La princesa de Gales se vistió con ropa holgada militar, lentes de estilo aviator y se recogió el pelo debajo de una gorra, toda ropa del vestidor del presentador. “Observándola en la penumbra decidimos que el ícono de la moda más famoso del mundo moderno, quizás podría pasar por un modelo masculino gay vestido excéntricamente”, reveló Cocos.
Su divertida llegada al bar, repleto de hombres en cuero y tangas –según la descripción de Rocos– tuvo como foco la barra. Diana pidió un vino blanco y una cerveza y hablando con Freddie. “Una vez que se completó la aventura, todos nos miramos el uno al otro, unidos en nuestra búsqueda triunfante. ¡Lo hicimos! Nunca fue tan emocionante y divertido ir a un bar”, describió la actriz.
Como había prometido Diana la salida sería breve y pronto regresaría al Palacio de Kensington. Llamaron a un taxi y enseguida dejaron a la princesa en su casa. "Ninguna persona nos descubrió", recordaron victoriosos.
"Debemos repetirlo" fue lo que escribió Diana de puño y letra en una tarjeta que envió junto al disfraz a la casa de Kenny.