El maquillador Bill Corso –que ya cuenta con dos premios Oscar y tiene una gran trayectoria en el mundo cinematográfico– es el encargado de que Diego Boneta (30) se vea como Luis Miguel (51) entre 1996 y 2004.
Para llegar al resultado que se ve en la serie, tuvieron que realizar diversas pruebas utilizando maquillaje prostético, muy habitual entre las producciones audiovisuales. Y en una de esas pruebas, uno de los integrantes de la serie decidió filmar el proceso:
Cada sesión de make up duraba unas 6 horas, pero al final de la segunda temporada llegaron a realizar todo el maquillaje en 2 horas y media.
¿Por qué demora tanto? Uno de los expertos dijo: "Debe haber mucha precisión, un milímetro más o menos, hace toda la diferencia en la cara".
Durante este tiempo –que al actor se le hacía eterno–, el equipo escuchaba música y charlaba.
Hablando del proceso y de los desafíos de la serie, Diego Boneta dijo: "El reto más grande es salir en ambas líneas de tiempo. O sea, estar un día filmando cuando él tenía 20 años, con otra corporalidad y otro físico, y ese mismo día tener que cambiar a grande”.