En el imaginario colectivo, las exposiciones de arte suelen reducirse a una exhibición de cuadros y pinturas. Sin embargo, Vida y Obra de Frida Kahlo derrumba todos los mitos porque te da la posibilidad de reencarnar en ella.
Aunque creemos conocerla, nunca la conocimos del todo. A Frida Kahlo la vimos infinita cantidad de veces: en pinturas, en cartucheras escolares, en graffitis, en tazas y en museos, pero nunca la conocimos como mujer. Sí supimos de su vanguardia y de su lucha, pero nunca pudimos conectarnos con lo que sintió durante el proceso. Y como si lo supiera, dejó por escrito en un diario íntimo cada etapa de vida.
Al entrar al primer salón de la exposición, una luz azul me encandiló. Al igual que Frida en varios momentos de su historia, no sabía dónde iba a terminar pero seguí adelante. Pocos segundos después, descubrí que estaba en la Casa Azul, el hogar en el que nació, se crió y murió dentro de la ciudad de Coyoacán.
Luego, sensorialmente, entré a su corazón: un espacio con luces rojas donde, sin dudas, estaba la Frida más pasional, la que escribía en su diario íntimo -expuesto en una vitrina en el centro de la sala- y la que luchaba para quitarse los motes impuestos por sus colegas.
Al pasar a la siguiente sala me encontré viéndome a mí misma: me recosté en una cama que, al igual que la de Frida, tenía un espejo en el techo. A mi alrededor, colgaban infinita cantidad de adjetivos como "revolucionaria" y "libre". Calificativos que le sientan muy bien a la pintora. Sin embargo, la gran sorpresa apareció en la siguiente sala, donde Frida relata en primera persona cómo fue su experiencia en este plano.
Frida Kahlo habla al desnudo, como si nadie estuviese escuchándola y el silencio en la sala es absoluto: los presentes se dan cuenta que, aunque creían conocerla, en verdad no la conocían.
Acompañada por efectos especiales y un altar con velas, una Frida omnipresente se hace presente en la sala para reconstruir su propia historia. Habla de sus antepasados alemanes que lucharon contra Adolf Hitler, de su descendencia indígena, de su infancia, de la poliomielitis, del accidente que la dejó postrada, de su tormentosa relación con Diego Rivera, del debate filosófico que se gestó sobre su estilo como pintora, de su reinvención y de sus últimos días. Dice todo en 40 minutos que parecen durar segundos.
Vida y Obra de Frida Kahlo en el mundo
Vida y Obra de Frida Kahlo es una experiencia inmersiva multisensorial que invita al espectador a adentrarse en la historia de la célebre pintora mexicana en sus diferentes etapas. La exposición es la primera del mundo -dentro de su género- dedicada íntegramente a una artista mujer. Hasta el momento, tanto en Argentina como en otros países, solo existían espectáculos inmersivos de hombres como Van Gogh y Banksy.
La muestra -dirigida por Roxana Velásquez y Deidré Guevara- también recorrió otros puntos del mapa: en Madrid -el lugar en el que se inauguró durante 2022- recibió 100 mil espectadores. Además, mientras se exhibe en Argentina también está presente en Coventry, Inglaterra.
La exposición desembarcó en el Centro de Convenciones Buenos Aires el 20 de enero y permanecerá abierta al público hasta marzo. El recorrido dura aproximadamente una hora y es apto para todo público. Un dato no menor es que, durante la exposición, hay luces estroboscópicas y se escuchan sonidos fuertes.
¿Quién fue Frida Kahlo?
Frida Kahlo fue una reconocida pintora mexicana que nació en 1907 y se destacó por convertir sus momentos de dolor en una obra de arte. Aunque en un primer momento muchos de sus colegas la relacionaron con el arte surrealista, ella se encargó -en varias oportunidades- de desmentirlo. "Nunca pinto sueños o pesadillas. Pinto mi propia realidad", decía.
Su vida estuvo atravesada por la tragedia: a los seis años sufrió una poliomielitis que dejó su pierna derecha inhábil y, a los 18, un accidente de tránsito la dejó postrada. Sin embargo, nada la detuvo porque, desde su cama, se las ingenió para poder pintar. En ese momento nació la artista de los autorretratos vanguardistas que ponía en el centro de la escena a las mujeres en un contexto que tanto las negaba.
Cuando cumplió 22 años se casó con Diego Rivera, un hombre 20 años mayor. Aunque su familia no aprobaba la relación, Frida decidió pelear por amor. No obstante, su final no fue para nada feliz: él le era infiel y ella lo padeció hasta el último minuto.
Aunque suene contradictorio, su dolor fue su mayor fuente de inspiración: pintaba acostada -con la ayuda de un espejo que colocó en el techo de su habitación- y exponía todo lo que vivía a través del arte. Se retrataba a sí misma en el cuerpo de un ciervo para exponer la infidelidad de su marido, se retrataba tomándose la mano a sí misma estando sana y estando herida y se retrataba a sí misma en la cama, postrada, mostrando su dolor.
Luego de una larga lucha, Frida Kahlo falleció el 13 de julio de 1954 a los 47 años.
Fotos: Diego García
Video: Manuel Adaro