"Yo entré a Telefe por un mensaje directo de Twitter”, recuerda entre risas la periodista Agustina Casanova (35), antes de contar en profundidad qué fue lo que sucedió en marzo del 2011, cuando un conjunto de caracteres cambió su destino: “En ese momento estaba trabajando a la medianoche, en TyC Sports, y me llegó un mensaje en el que me adelantaban que iban a lanzar un nuevo noticiero matutino y me querían en él. Al instante supe que no podía dejar pasar la oportunidad. Para mí era como ingresar en la Fórmula 1. Entonces contesté que sí. ¡Pero fue una locura!, porque terminaba un programa a las 2 de la madrugada y a las 4 tenía que levantarme para ir a pre-producir Telefe Noticias y salir al aire a las 7”.
–¡Y dando los buenos días con cara de alegría!… La pregunta es, ¿cuánto tiempo tardaste en renunciar al anterior trabajo?
–Fui bastante coherente con mi palabra y con lo que firmé, porque tenía un contrato que recién empezaba. Así que aguanté todo el año disfrutando mucho lo que hacía en TyC Sports, porque me divertía, pero entendiendo que no dormir no era vida. Y hasta diciembre estuve así. Pero como era joven sentí que se trataba del momento para hacerlo, ya que vivía todo con adrenalina, curiosidad y ganas de aprender.
–¿“Era joven”? Tenés 35 años…
–Es que yo no relaciono tanto las cosas con la edad, sino con la inexperiencia. En ese momento necesitaba empezar a hacer carrera. Se trató de años de sacrificio que disfruté luego porque, debo decirlo, al principio resultó duro. Era muy novata y fui aprendiendo viendo a grandes compañeros como Cristina (Pérez) y Rodolfo (Barili), que son el ejemplo de profesionalismo. Ahora, con otra madurez, el disfrute es distinto.
–Tengo el dato de que, cuando eras chica, estudiaste actuación en la escuela de Reina Reech. ¿Es una cuenta pendiente?
–No, ¡para nada! Siento que las herramientas que aprendí me ayudan hasta el día de hoy en la conducción y en las publicidades. Además, debo decir que algo hice… Si nos sumergimos en el archivo, hasta tengo un bolo en Floricienta.
–Eso nunca lo escuche. ¿Tenés el video?
–¡Ojalá! Ni foto tengo. Quien la consiga me hará muy feliz (suspira). Igual, te comparto mi recuerdo: yo era re fan de Chiquititas y Jugate conmigo, y, cuando tuve la edad para presentarme a un casting de Cris Morena, fui y conseguí un papelito. Me acuerdo de estar delante de la escalinata de la casa del personaje principal, cerca de Flor Bertotti e Isabel Macedo, y sentir que tocaba el cielo con las manos.
La vida quiso que Agustina –quien saltó a la fama de la mano de Nicolás Repetto cuando él le dijo “está todo bien con que seas mi productora periodística, ¡pero también te quiero en cámara!”– terminara viajando por el mundo para entrevistar a grandes estrellas de Hollywood que jamás hubiese soñado conocer. Aquel recuerdo le quedó latente. Al punto que el año pasado, cuando el país se encontraba en plena cuarentena estricta, ella se las ingenió para convertir su computadora en una ventana a Los Ángeles: por medio de Zoom, tomó clases con uno de los personal trainers de la cadena de gimnasios DogPound que entrenan a las diosísimas modelos de Victoria´s Secret. Conscientes de ello, le preguntamos…
–¿Te irías a vivir afuera?
–En algún momento me lo plantee. No lo voy a negar: pensé en abrir fronteras y abrirme al mundo. De hecho, en 2014/15 me ofrecieron ir a Miami a trabajar en la cadena Telemundo, para el mercado mexicano y estadounidense. Sin embargo…
–¿Sí?
–Elegí quedarme en Argentina, porque mis raíces están acá. Hubiera sido un salto pero, ¿qué necesidad tenía de irme si después iba a querer volver? Uno siempre quiere volver a los lugares donde fue feliz, y yo soy feliz en mi país.
–Con la fuga de talentos que estamos viviendo, no es un detalle menor que elijas seguir acá.
–Es que soy una agradecida porque tengo un lugar en los medios de comunicación y trabajo de lo que me gusta. Desmerecer eso sería ir en contra mío, autoboicotearme. Por otra parte, no hay con qué darle: ¡A mí me gusta la argentinidad!
–¿Tenés muchas costumbres nacionales arraigadas?
–Un montón. Y soy muy matera. Es más, tengo una colección de mates. No puedo repetir un mismo mate a lo largo del día. Tendría cien, pero no me entran en la cocina, así que ando en los veinte. Mi favorito, sin dudas, es uno de Boca Juniors. Después, yo mato por una cucharada de dulce de leche directo del pote –de hecho les hice probar una a Will Ferrell y a Mark Wahlberg–, y me encanta la moda argentina. Eso es algo que quiero destacar, porque a mí no me gusta comprarme ropa afuera.
–¿No?
–¡Es que nuestras marcas son espectaculares e imponemos tendencia! Me pasó que Scarlett Johansson me preguntara por un conjunto de palazzo y blusa negro con un estampado de flores que tenía, y le nombré la marca argentina que los confeccionó. Y, otra vez, durante una entrevista con Charlize Theron, me saqué un sweater con tachitas y se lo dí de regalo, porque le gustaba.
–Le das mucho valor a la industria argentina.
–Absolutamente. Me parece increíble la calidad de la ropa que tenemos… Para mí la moda es importante porque habla de la gente a través de lo que se pone y cómo luce. Me declaro una fanática de lo que es la moda y la imagen.
“Nunca digo nunca”, afirma Agustina apenas cambiamos radicalmente de tema y le preguntamos si se vería participando en La Academia (eltrece), el programa de Marcelo Hugo Tinelli. “… Pero siento –aclara– que me debería preparar mucho, ya que soy muy fan de llegar bien, sólida. ¡Ojo que tampoco sé qué pasaría! Si se me presentara la oportunidad, lo tomaría como algo lúdico y no como un trabajo determinante”, afirma.
–Pasemos de una pantalla a la otra. Este 2021 Fernando Carlos, tu compañero de Telefe Noticias, llegó a Masterchef Celebrity, el ciclo más visto de su canal. ¿Cómo fue?: ¿Un día se acercaron de la producción y les preguntaron quién quería sumarse?
–No fue tan convocatoria abierta… Como más de una vez yo manifesté que no sé cocinar, la producción debe haber pensado “pobre Agustina, no le hagamos pasar papelones”. Y aprovecho para contarte una cosa que me pasa cuando veo a Damián Betular suelto, divertido y disfrutando, que es algo que yo pienso: si vos la pasás bien en la tele, el que está del otro lado también la pasa bien. Y si vos no la pasas bien, del otro lado cambian de canal. Es así. Esa sinergía sucede.
–En tu zapping, ¿qué programa te atrapa?
–Los Mammones (América TV): me encanta lo que está haciendo Jey Mammón. Y no es nada fácil, eh.
–Ya que hablamos de lo que ves por las noches…, ¿quiénes te acompañan? ¿Hay algún motivo por el que casi no aparezca tu familia en tu cuenta de Instagram?
–Alguna vez dije que soy un poco celosa de mi privacidad. Por otro lado, quizá a mis hermanos, mis padres y a mi pareja no les interesa que suba fotos de ellos. Yo entiendo que ahí está el límite. A Instagram lo tomo como un canal laboral. Y a mí me hace bien porque, de alguna manera, así tampoco contamino mi vida personal.
–Pero no tenés problemas en hablar de Lautaro (Mauro, 49), tu marido…
–Ningún problema. Imaginate que llevamos ocho años de casados y quince juntos. Sólo siento que si mostrás todo, después no queda nada. Aparte, es una puerta que dejas abierta y el día de mañana ¿quién sabe…?
–¿Estás pensando en esas parejas que se separan y tienen que borrar mil fotos de su feed?
–¡Si sucediera, me ahorraría ese problemita! (ríe), pero no es que piense en eso. Sólo estoy segura de que una red social no te define, es apenas una parte de tu vida, y que prefiero guardarme algo para mí.
–¿Qué otras cosas guardas?
–No tantas, pero juego un poco al misterio. De manera natural, eh. No es que “quiere ser misteriosa”, como alguna vez me dijeron. Pero cuando quiero soltar algo, lo digo, y si quiero hacer algo, lo hago. ¡Hay que vivir con la libertad que uno desee!
–Justamente en Twitter, desde 2017 vos tenés fijado un “Nada como ser uno mismo siempre” que te define. ¿Te quisieron cambiar?
–No, pero es un lema en mi vida. A mí lo que me funciona es ser auténtica. Donde más trascendí, donde más cómoda me sentí y donde decidí quedarme fue donde pude ser yo.
–Hoy, ¿te importa lo que digan de vos?
–No, ¡ni lo que piensen! En ese sentido, no me entra una bala. Para mí lo que importa es ser uno mismo en la vida, con mi gente y en la profesión.
–Ya que tocamos el tema de la profesión, ¿qué opinas del periodismo argentino?, ¡porque hay de todo!
–Empezaría diciendo que es una profesión noble y que a mí lo que me mantiene la llama encendida es lo que tiene que ver con cómo ejercer el periodismo: desde un lugar genuino, blanco, donde el otro sienta que no lo subestimo. Para mí el compromiso y la transparencia son fundamentales. Y sí, obvio que hay de todo, pero bien ejercida me parece una profesión apasionante. Después, uno elige qué ver y que no.
–¿Entonces?
–Siento que el periodismo argentino está en un proceso de maduración. Como que hay una transición, porque pareciera que todo vale y no vale todo, cuando en realidad lo que vale es la verdad, decir las cosas cómo son y sin manipular la información. Eso, para mí, es de lo más terrible. Siento que hoy los periodistas tomamos conciencia de que somos muy influyentes y podemos inclinar la balanza. Así que, me parece, es hora de que hagamos las cosas bien…
Por Kari Araujo
Fotos Christian Beliera y archivo A.C.
Retoque digital: Gustavo Ramírez y Mariano Speroni
Edición de video: Cristian Calvani
Producción: Sofía Esther Ortiz
Estilismo: Fer San Martin (@fer.san.martin)
Asistente de fotografía: @verolorizio.ph
Make up y peinado: Jose Becu para Mar Castelli
Agradecemos a Kosiuko y Eva Bomparola
