Verónica Lozano la pasó realmente mal en el inicio de este 2022. A pesar de que ahora celebra el hecho de que ganó el premio Martín Fierro 2022 en la categoría Mejor Magazine por su programa de Cortá por Lozano, en febrero de este año estaba de vacaciones en Aspen tuvo un dramático accidente en sus dos tobillos que le cambió la vida para siempre.
En una entrevista que le brindó a Hola! aclaró que “Fue el momento difícil de mi vida. Ese día, me desperté, me puse el equipo para ir a esquiar y, de un momento a otro, todo cambió. Tenía los talones detonados; no iba a poder caminar”, dijo Lozano.
Vero contó que descubrió “el mundo de la discapacidad, el de la dependencia permanente del otro –admitió–. Al principio, pasé por un momento de depresión y de tristeza. Por tres meses, no iba a poder apoyar el peso de mi cuerpo sobre mis pies. Usé silla de ruedas. Para bañarme, por ejemplo, tenía una silla más chiquita. Al principio, me bañaba asistida… La desnudez frente a otro, en especial para los que trabajamos con la imagen, te deja muy vulnerable”.
El primer paso para la recuperación, según explicó fue enfrentar su situación “Me dije ‘Bueno, basta, ¿qué hago con esto que me pasa?. O me deprimo, me enojo, me frustro; o encaro esto que me pasó. Voy a salir adelante’, me dije. No soy un ser especial ni una heroína: hay gente que la ha pasado y la pasa muy mal realmente. El accidente fue espantoso. Podrían haberme pasado cosas peores: desde morirme hasta quedarme paralítica o con otras discapacidades. Pero en mi diagnóstico, había luz. Había esperanza de que la vida volviera a ser lo que era”.
A partir de ese momento, empezó a hacer gimnasia en el piso de su casa y reconoció que tiene "más disciplina de la que creía. Y que está bueno mostrarse vulnerable y manifestar necesidades. Siempre fui muy activa y autosuficiente. Y tuve que aprender a colocarme en otro lugar: dejarme asistir, dejarme ayudar y dejarme llevar”.
Por último contó que el amor de su esposo, Jorge "Corcho" Rodríguez y la fe fueron indispensables: “Me aferré a lo espiritual, a la fe, a las meditaciones... Creo en Dios y estoy convencida de que los ángeles me sostuvieron en la caída. Mi familia fue un gran sostén”