Tras una segunda gala muy criticada, la tercera noche del Festival de Viña del Mar se redimió con el público y se lució con una "noche noventera" -como la bautizaron los fans-, que marcó el pico de rating más alto de lo que va el certamen chileno.
Si bien esta vez, contra todo pronóstico, el cuadro humorístico de la jornada se llevó todos los laureles, el histórico malestar del festival viñamarino salió a relucir en la tercer gala: la mala distribución de horarios en el cronograma de shows.
Es que, al igual que pasó con el dúo argentino Miranda! el lunes, la banda australiana Men At Work cerró el martes con broche de oro, pero apareció en el escenario recién a las 2:00 AM y con un show de 50 minutos, mucho menor a la hora y media de performance que tuvo el grupo mexicano Maná en el arranque de la jornada.
La nota la dio Fernando Olvera, líder del reconocido grupo. "Vamos a hacer un show, ojalá fuera más largo, pero le vamos a echar todo el punch y quiero verlos hasta arriba, con toda la explosión, con todo el pulmón del mundo”, dijo, a modo de queja.
Y agregó, desafiante: “Haber si no nos corren los del Festival, porque nos dijeron: ¡No, qué el tiempo! ¡Qué la chingada!... A Maná, cabrón. No mamen”.