Martín Rossi, doctor en Economía y vicerrector de la Universidad de San Andrés, junto a Christian Ruzzier doctor en Economía por la Toulouse School of Economics y profesor de la misma casa de estudios, realizaron un estudio que titularon “Hacer un Maradona: consumo de carne y destreza futbolística”, en el que se comprueba como el consumo de proteínas de la carne por parte de sectores de clase socioeconómica baja o media baja, de países como Argentina y Brasil, influye en la llegada a la cumbre del fútbol de chicos de esos estratos sociales. El trabajo fue publicado en línea en IDEAS, una base de datos bibliográfica dedicada a la Economía.
“Brindamos evidencia novedosa de que las personas pobres nacidas en países con un alto consumo de carne tienen más probabilidades de mostrar destreza futbolística. Nuestros hallazgos son robustos al controlar la población, el ingreso per cápita y el interés en el fútbol. Postulamos que la combinación de carne relativamente barata y bajos costos de oportunidad de participar en una carrera en el fútbol profesional puede explicar esta asociación entre el consumo de carne, el bajo nivel socioeconómico y la destreza futbolística. El acceso a carne barata implica una alimentación de mayor calidad, que permita el desarrollo de las funciones cognitivas necesarias para sobresalir en el fútbol. La pobreza implica un bajo costo de oportunidad de poner en práctica esas funciones cognitivas mejoradas en el fútbol”, contaron los autores en su trabajo.
“Nos pusimos a pensar qué tenían en común todos ellos y encontramos que es básicamente que todos ellos nacieron en hogares de clase baja o clase media baja trabajadora en países con alto consumo per capita de carne. Lo que hicimos es empezar a ver si realmente podíamos encontrar un patrón general y lo encontramos”, comentó Rossi a radio Mitre. “Lo que encontramos fue que la mayoría de los jugadores con talento vienen de países donde consumen mucha carne y son gente que nació en hogares relativamente pobres”, resumió.
Consultado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), una de las personas que coincidió con este estudio fue el doctor Jorge Tartaglione, médico cardiólogo y expresidente de la Fundación Cardiológica Argentina, el cual comentó: “Coincido plenamente con el informe, como sabemos, el desarrollo neurológico y cerebral se ha basado en la incorporación de proteínas en la raza humana. Y esto ha hecho que las personas que tienen una mejor alimentación a base de proteínas, tengan mayor desarrollo neurológico”.
“Lo que uno puede resumir es que hay zonas en el mundo tienen mayor acceso a las proteínas de origen animal, que son las que tienen mayor valor biológico. El desarrollo de la cognición tiene una línea directa con los deportistas de elite y eso se debe a que en la mayor parte de la historia del deporte se le dio importancia a lo que es el músculo y la coordinación. Y hoy sabemos que no es solamente necesario un buen músculo y una buena coordinación, sino que también tenés que tener un cerebro que haya sido desarrollado correctamente y alimentado correctamente”, cerró Tartaglione.