Con el objetivo de mostrar los pasos que dará en todas las áreas del desarrollo de vehículos eléctricos puros para reducir la huella de carbono de sus automóviles y de la compañía en general, Volvo mostró en sociedad un concept-car llamado Recharge.
Mediante el uso de materiales sostenibles en el interior del vehículo, el empleo de neumáticos de materiales reciclados y renovables, mejoras en la aerodinámica, entre otras medidas, Volvo cree que logrará reducir un 80% el impacto de dióxido de carbono (CO2) del ciclo de vida de sus vehículos en comparación con el Volvo XC60 de 2018.
De esta forma, el concept Recharge tendría un impacto global de CO2 durante su vida útil por debajo de las diez toneladas si se cargase al 100% con energías renovables.
La firma sueca indicó que los neumáticos desempeñan un papel “aún más importante” en los modelos eléctricos. El concept Recharge lleva unos neumáticos especiales, fabricados por Pirelli, en los que no se ha empleado aceite mineral y que se han fabricado con un 94% de materiales no fósiles, incluidos materiales reciclados y renovables como el caucho natural, el biosílice, el rayón y la biorresina.
Aparte de los materiales sostenibles, el motor eléctrico y los neumáticos especiales, el concepto Recharge también mejora la credibilidad medioambiental de los todoterrenos a través de la eficiencia y la aerodinámica.
“Tenemos que mejorar la eficiencia global para aumentar la autonomía. Con el concept Recharge exploramos la tensión que existe entre la necesidad de mejorar la eficiencia y el deseo de tener el mismo espacio, la misma comodidad y la misma experiencia de conducción que con los todoterrenos actuales”, explicó Owen Ready, responsable de Estrategia y Diseño de Marca en Volvo Cars.
El objetivo de la empresa para 2030 es vender únicamente vehículos eléctricos puros y, para 2040, ser una empresa circular y neutra desde el punto de vista climático.
