El cambio de aceite es una de las cosas más importantes que se deben hacer de manera periódica para el bienestar de cualquier vehículo. La renovación del lubricante no sólo ayuda al rendimiento del motor, sino que también permite que se comporte de una manera más suave e incluso que dure más años.
El aceite se debe cambiar en un rango que va de los 5.000 a 10.000 kilómetros, aproximadamente. Aunque siempre es bueno chequear la información suministrada por el fabricante.
Para hacer el cambio se puede acudir a un lubricentro, aunque también es posible hacerlo uno mismo teniendo en cuenta ciertos recaudos. Veamos...
Es necesario que el vehículo se enfrié si fue recientemente usado ya que el aceite suele estar caliente. Además, es ideal que se eleve para sacar el aceite viejo (los lubricentros cuentan con elevadores que facilita esta operación).
Localizar el tapón de vaciado de aceite, también llamado tornillo del cárter. Para eso es necesario recurrir al manual del vehículo para identificar dónde se encuentra ya que la ubicación varía según el modelo del auto. Antes de retirarlo hay que asegurarse colocar un recogedor de aceite justo debajo porque una vez abierto, se empieza a vaciar.
Cambiar el filtro de aceite, que también se localiza consultado el manual. Antes de efectuar el reemplazo, al filtro nuevo se debe lubricar el sello de goma con una capa fina de aceite para protegerlo.
Una vez retirado el aceite viejo y colocado el nuevo filtro hay que colocar el lubricante nuevo en el depósito que se encuentra en la parte superior del motor. Es necesario tener el medidor del aceite o varilla para comprobar el nivel y saber cuándo es suficiente.
La operación se termina asegurándose que todos los tapones estén cerrados y que no haya residuos goteando debajo del vehículo y llevando el aceite usado a un centro de servicio para reciclaje.