La inclinación y el diseño de los parabrisas de los Jeep Wrangler y Gladiator es motivo de grandes debates entre los “jeeperos”, tal la denominación que reciben aquellos fanáticos y usuarios de estos modelos.
El principal inconveniente pasa porque sus características provocan que, de tanto en tanto, el cristal frontal se astille o incluso rompa. Y esto puede resultar un gran problema para un vehículo de uso off-road.
Para lograr una solución definitiva, Jeep y Mopar, la división de repuestos, servicio y atención al cliente de Chrysler, se alió con Corning, la empresa que fabrica el famoso Gorilla Glass con el que se cubren las pantallas de los teléfonos celulares, para construir un parabrisas más fuerte.
El trabajo entre las partes ha dado como resultado un parabrisas que es más liviano y delgado que el original, pero tres veces más resistente gracias a que el cristal está bañado con un tratamiento alcalino con sales de potasio. Esta pieza se vende como opcional a 95 dólares.
La tecnología utilizada para crear el Gorilla Glass ya había sido utilizado en la década de 1960 en la industria automotriz, aunque con otra denominación. Su desarrolló se archivó por varios años hasta que a mediados del 2000, Corning lo trajo de vuelta para utilizarla en el iPhone de Apple, primero; y luego en otras marcas de smartphones.
Jeep no es la primera marca que se sacar provecho de las propiedades del Gorilla Glass ya que unos años también fue utilizado para crear los parabrisas de Ford GT y el McLaren Senna.