En su primer año de vida Stellantis, el gigante automotriz nacido de la fusión de los Grupos FCA y PSA, logró ganancias netas por 13.354 millones de euros, que en la comparativa interanual suponen un aumento del 179%. Parte de ese dinero fue repartido entre el directorio de la compañía, siendo el portugués Carlos Tavares el que se llevó una buena tajada: 19,15 millones de euros.
El consejero delegado del consorcio ítalo-franco-estadounidense percibió casi dos millones de euros en 2021 en concepto de salario fijo, mientras que su compensación variable se elevó hasta 17,2 millones de euros.
Por su parte, el italoestadounidense John Elkann, presidente de Stellantis, se embolsó 7,88 millones de euros por su trabajo en el grupo con sede en los Países Bajos, más que triplicando (+230) los emolumentos del año previo. El 20% del mismo, 1,6 millones de euros, corresponde al salario fijo, mientras que el 80%, unos 6,3 millones de euros, es de compensación variable.
El vicepresidente de la compañía, Robert Peugeot, cobró una cifra, en comparación con los anteriores, bastante más baja: 203.782 euros de salario fijo por su actividad en la compañía.
El resto del consejo de administración que incluye a Andrea Agnelli o Henri de Castries, percibieron salarios en un rango de entre 198.436 euros hasta 273.725 euros.
Así, el total de la remuneración de los miembros del consejo de administración para el año que terminó el 31 de diciembre de 2021 ascendió a 28,8 millones de euros, siendo Tavares el que se embolsó más de la mitad de este total.