Rolls-Royce anunció que la producción del Rolls-Royce Dawn ha llegado a su fin. El modelo, que es el segundo descapotable de la marca, es un homenaje al Rolls-Royce Silver Dawn de los años 50, del que sólo se vendieron 28 unidades. El cese de producción coincide con el lanzamiento del primer automóvil 100% eléctrico de la marca británica, el Rolls-Royce Spectre.
El Rolls-Royce Dawn está basado en el Wraith, pero tiene dimensiones más reducidas que el colosal Phantom Drophead Coupé. A pesar de esto, su carrocería sigue siendo impactante, con una longitud de 5,28 metros y una distancia entre ejes que supera los tres metros.
La capota es una obra de ingeniería ya que está diseñada para proporcionar el mismo aislamiento térmico y acústico que la versión coupé. Puede accionarse a una velocidad de hasta 50 km/h y tarda 22 segundos en quedar resguardada bajo una tapa de aluminio y madera.
El chasis del Dawn es más rígido para soportar los 125 kilos extra que tiene respecto a la variante cerrada. Sin embargo, el maletero se reduce a los 295 litros (244 litros si la capota está plegada) y el peso del conjunto es de 2.600 kilos.
El interior del Rolls-Royce Dawn cuenta con los mejores materiales y, hasta marzo de 2022, ofrecía una configuración casi ilimitada. El avanzado equipo de sonido fabricado por Bespoke cuenta con 16 altavoces y cada uno de ellos tiene un micrófono externo para regular el tono a las condiciones acústicas de cada momento. Además, destaca el sistema que proyecta información sobre el parabrisas tipo HUD, la pantalla multimedia de 10,3 pulgadas y el panel de instrumentación digital.
El motor V12 de 6.6 litros biturbo del Rolls-Royce Dawn entrega 570 caballos y 780 Nm de par a solo 1.500 revoluciones. Puede alcanzar los 100 km/h en 4,9 segundos y tiene una velocidad máxima limitada a 250 km/h. El consumo medio es de 14,2 litros cada 100 kilómetros.