Torsten Müller-Ötvös, consejero delegado del Rolls-Royce, confirmó que a partir de 2030 los modelos de la prestigiosa marca británica serán eléctricos. El primero de este capítulo será el Rolls-Royce Spectre, cuyas entregas están previstas para 2023.
“Es importante que cada modelo sea sustituido por una alternativa eléctrica a medida que la empresa avanza hacia una línea puramente eléctrica para 2030. Destacó además que la prohibición de vender coches nuevos con motor de combustión interna es un incentivo especial”, afirmó el ejecutivo.
Aunque Müller-Ötvös admitió que la electrificación de toda la gama obligará a una gran inversión, destacó que eso no se traducirá en autos más caros pese a ser una empresa relativamente pequeña. “Nunca fijamos los precios en función de los costos, sino del segmento y de la sustancia. El precio se fijará en función de su posicionamiento y no de su tren motriz”, aclaró.
No obstante, aclaró que Rolls-Royce nunca sacará al mercado un coche que no sea tan rentable como los de combustión. “Ese es mi credo. Me gustaría impulsar los márgenes de beneficio por coche, porque estoy en el negocio para eso, esa es mi tarea en el Grupo BMW, no hacer volumen”, dijo.
La apuesta de Rolls-Royce está sustentada en el conocimiento que tiene de sus clientes, cuya edad ha descendido hasta situares en los 43 años de media. “Bastantes de ellos ya poseen un coche eléctrico, ya sea un Tesla, un BMW o algún otro modelo, por lo que tienen experiencia en este tipo de vehículos. Es por ello que también se ha dado el paso de la electrificación, porque nuestra clientela bastante joven en todo el mundo nos pide activamente un Rolls-Royce electrificado”, culminó Müller-Ötvös.
La gama actual de Rolls-Royce está compuesta por los modelos Cullinan, Ghost, Phantom, Wraith y Dawn, que paulatinamente tendrán sus versiones 100% eléctricas.