Empresaria, modelo, actriz, cantante, diseñadora y DJ. Paris Hilton puede ser lo que ella quiera. Y también darse los gustos que quiera. Es que la bisnieta de Conrad Hilton tiene una fortuna estimada en 300 millones de dólares, suficientes como para no tener demasiados apremios económicos.
Entre sus gustos están los autos, como se aprecia en su pequeña colección valuada en 3,4 millones de dólares. En la misma se lucen un BMW i8, un Cadillac Escalade, tres Bentley Continental GT, uno de ellos de color rosa; un McLaren 650s, un Lexus LFA, una Ferrari California, un GMC Yukon híbrido, un McLaren MP4 Spider y, por su puesto, un Rolls-Royce Ghost.
Sin dudas, el más llamativo de todos es el i8 con una pintura holográfica inspirada en una falda. Con este deportivo ha sido vista varias veces en Los Ángeles y siempre vistiendo alguna prenda que hace juego con su particularidad tonalidad.
Pero ser dueños de estos coches no es solo tenerlos en el garage para disfrutarlos en cualquier momento. Cada una de estas máquinas necesita un mantenimiento específico que también cuesta varios miles de dólares.
Recientemente, Paris se desprendió de un Mercedes-Benz SLR McLaren que tenía desde 2006. A su nuevo dueño le tocó hacer uno de los service establecidos y debió pagar 30.000 dólares.
