La start up Nuro, fundada en 2016 por dos ex ingenieros que participaban en el proyecto de coche autónomo de Google, está en pleno desarrollo de vehículos autónomos preparados para realizar reparto de mercadería. Pensando en la seguridad de los peatones, la compañía presentó un modelo equipado con un airbag frontal externo.
El dispositivo tiene el tamaño de un pequeño colchón que se infla automáticamente. “Está optimizado para reducir la fuerza del impacto y la cantidad de lesiones en caso de colisión”, explicaron desde la compañía.
El Nuro, que puede alcanzar una velocidad máxima de 72 km/h, cuenta con una red de sensores que trabajan juntos para brindar una visión de 360º del entorno en el que se encuentra.
De esta manera, el vehículo robotico puede percibir desde la diferencia entre hojas de u árbol en el suelo y una mascota hasta peatones parados en un cruce en medio de una densa niebla. Los sensores son capaces de activar el airbag frontal ante un impacto inevitable con una persona.
El vehículo de reparto de Nuro, que es un 20% más pequeño que los coches promedio, también está preparado para funcionar en un entorno repleto de vehículos y en "diversas condiciones climáticas.