MINI, marca perteneciente al Grupo BMW, presentó el proyecto MINI Recharged con el cual propone a los usuarios de los modelos Mini clásicos sustituir el motor de gasolina original por uno eléctrico para prolongar la vida del vehículo.
En MINI Recharged solo se realizan cambios reversibles en el fondo del vehículo durante la conversión, que se lleva a cabo exclusivamente en Reino Unido.
Esto hace posible que el Mini Classic pueda volver a su estado original más adelante, ya que durante la conversión, el motor original de cada vehículo se marca y se almacena para poder reutilizarlo en caso de un futuro reequipamiento del coche.
Así, el proyecto permite prolongar la vida de un vehículo de forma sostenible. El propulsor eléctrico nuevo genera una potencia de hasta 90 kilovatios (kW), cuya energía la suministra una batería de alto voltaje, que puede cargarse con una potencia de hasta 6,6 kW y ofrece una autonomía de unos 160 kilómetros.
Además, cada Mini Classic eléctrico de MINI Recharged recibe un cuadro de instrumentos central que muestra la temperatura de conducción, la marcha seleccionada, la autonomía y la velocidad.
La idea surgió a raíz de la presentación del Mini Electric clásico en el Salón del Automóvil de Nueva York en 2018. Las reacciones fueron tan positivas que un equipo especializado de la planta Mini en Oxford desarrolló un plan para poder ofrecer lo mismo a los clientes que ya tuvieran un Mini.
“Lo que el equipo del proyecto está desarrollando preserva el carácter del Mini classic y permite a sus fans disfrutar de un rendimiento totalmente eléctrico. Con MINI Recharged, estamos conectando el pasado con el futuro de la marca”, afirmó Bernd Körber, máximo responsable de MINI a nivel mundial.
