El Caterham Seven es un símbolo de la pureza automovilística: es pequeño, sin techo, liviano y con un motor potente que permite sentir una buena dosis de adrenalina en cada acelerada. Es difícil pensar que este auto, que se ha mantenido prácticamente sin cambios desde hace 60 años, se electrifique... Pero todo hace indicar que así será.
Este singular vehículo nació del ingenio de Colin Chapman, diseñador, inventor y constructor, que además fue propietario del equipo Lotus de Fórmula 1. Chapman, que falleció en 1982, lo comenzó a fabricar en 1957 y lo bautizó como Lotus Seven. En 1973 le vendió la licencia para su fabricación a Caterham, que ha mantenido su ADN inalterable.
Sin embargo, las futuras restricciones sobre los autos con motores nafteros y diesel que entrarán en vigor en 2030 en Gran Bretaña hacen que e Seven pronto tenga que adaptarse. Al menos esa es la idea que tienen en los ejecutivos del conglomerado japonés VT Holdings, dueño de la compañía británica.
La idea es que en 2023 llegue al mercado el Seven EV, justo para celebrar el 50° aniversario del inicio de la producción del vehículo a manos de Caterham.
La marca promete grandes prestaciones. De hecho, aseguran que tendrá un rendimiento similar al Caterham Seven Superlight 620R, su tope de gama que utiliza un motor dos litros turboalimentado de 315 CV con una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos.
Claro que para ello tienen que resolver un tema relevante en los vehículos eléctricos: el peso de la batería, que podría atentar con la ligereza del pequeño deportivo. Lo bueno es que tienen tiempo para resolverlo...