Con el precio del combustible subiendo de manera periódica realizar una conducción eficiente se ha convertido en una prioridad para poder cuidar el bolsillo. A continuación, una serie de consejos para no gastar de más.
LA MEJOR RUTA: La mejor ruta no solo es la más corta. En ciertas ocasiones es aquella que nos ofrece un tránsito más fluido. Algunas veces la mejor ruta implica un cambio de trayecto y hasta un cambio de horario. Como referencia, cada 10 minutos por una hora de embotellamiento se puede gastar hasta un 14% más de combustible.
SIN ACELARADAS: Las aceleraciones precipitadas provocan que el auto consuma más. Evitándolas se puede ahorrar hasta un 11% de combustible. Lo mejor es hacer una aceleración gradual, ya se al encender el auto o cuando se inicie la marca luego de un semáforo.
APAGAR EL VEHÍCULO: En medio de un embotellamiento se sugiere apagar el motor para evitar el desgaste innecesario de combustible y que el vehículo se sobrecaliente.
MANEJAR A VELOCIDAD CONSTANTE: Esta práctica resulta favorable en rutas y se facilita activando la velocidad crucero, en aquellos vehículos que cuentan con este sistema. Se ahorra combustible al evitar acelerar o frenar de forma brusca.
MANTENER EL VEHÍCULO EN BUEN ESTADO: Los correctos niveles de aceite, filtros y bujías ayudan a que el motor tenga un buen rendimiento, por eso se recomienda hacer un service cada seis meses o cada 10 mil kilómetros. El cuidado también incluye los neumáticos, que siempre deben ser utilizados con la presión adecuada; y el aire acondicionado, que obtiene energía del motor.
EVITAR CARGAR DE MÁS EL VEHÍCULO. Mientras más pesado esté, mayor será la potencia que requiera para moverse. En consecuencia, el motor consumirá más combustible. Si bien no se puede cambiar el peso de un auto, sí se puede evitar viajes largos con exceso de equipaje.