Con motivo de las vacaciones de invierno es bueno recordar la importancia de revisar el vehículo. Máxime este año en el que muchos han estado prácticamente parados debido a las restricciones por el COVID-19. El hecho de que nuestros autos no se hayan usado o se hayan utilizado poco, no significa que estén en perfecto estado. Por ello, en cualquier circunstancia, es recomendable hacer una revisión antes de salir a la ruta y poner especial atención en los neumáticos, el único elemento de contacto entre el vehículo y la carretera.
En primer lugar, es importante que las gomas lleven el nivel de presión correcto. Aquellos que están bajos de presión ponen en peligro la seguridad activa del vehículo, disminuyendo la capacidad para frenar y maniobrar con seguridad, dando lugar a pérdidas de control del vehículo. Además, aumentan el consumo de combustible y se desgastan más rápidamente.
Se recomienda que la presión se compruebe con los neumáticos fríos. La información sobre los valores recomendados se puede encontrar en el manual del usuario, en el interior de las puertas o bajo el tapón del combustible.
En segundo lugar, se debe comprobar la profundidad del dibujo de la banda de rodadura (siendo la mínima legal 1,6 mm). La forma más fácil de determinarla es mediante el uso de un medidor especial o del indicador de desgaste incorporado a los neumáticos. Si los testigos de desgaste (pequeñas marcas perpendiculares al sentido de la marcha) están al nivel del dibujo, es el momento de cambiarlos.
Es fundamental también comprobar si tienen rasguños, cortes y/u otros daños ya que estos podrían provocar un reventón y, en consecuencia, la posible pérdida de control de la dirección. El desenlace de esta situación, en el mejor de los casos, será que tengamos que pararnos a cambiar el neumático dañado con la correspondiente pérdida de tiempo...
REVISAR OTROS ELEMENTOS CLAVES DEL VEHÍCULO
Antes de la salida, es necesario también echar un vistazo bajo el capó para comprobar los niveles de aceite, de líquido refrigerante y del líquido del limpiaparabrisas. También conviene inspeccionar los faros, intermitentes y luces de freno y disponer en el vehículo del equipo de seguridad estándar para cualquier viaje (balizas luminosas, botiquín de primeros auxilios, chalecos reflectantes y kit de primeros auxilios).