La noche del jueves en el barrio de San Isidro fue testigo de la presentación del Crespi F1 Concept, una serie de réplicas de autos de Fórmula 1 creadas por la familia Crespi de Balcarce. Este proyecto, basado en las recreaciones que realizaron para la producción de Netflix sobre la vida del legendario Ayrton Senna, atrajo a una multitud de entusiastas del automovilismo. Entre la cantidad de invitados estuvo Carolina Peleritti, actriz, cantante y una apasionada de los autos.
Peleritti es amiga cercana de Tulio Crespi, el reconocido preparador de autos de competición que está detrás de este proyecto junto a sus hijos Sandro, Luciano y Matías. La relación entre la actriz y el constructor se forjó durante una competencia de regularidad en Entre Ríos, y desde entonces, cada vez que Carolina pasa por Balcarce, visita el taller de Tulio para compartir un café y conversar sobre su pasión común.
“En cada cosa que hace estoy presente, pero también es porque amo a los autos. Me gustan desde siempre. Esto es una forma de seguir conectada con los autos”, le dijo Carolina a GENTE.
La pasión de Peleritti por los autos tiene raíces profundas. Ella heredó su amor por los vehículos de su padre. “Mi papá amaba los autos. En mi casa de infancia había un garaje para muchos autos. Él estaba todo el tiempo restaurando autos. Yo comencé a manejar de muy chica y de grande me compré un Camaro de 1968. Me gustan mucho los autos de verdad”, recordó con nostalgia.
Además de exteriorizar esa pasión por los coches con su propio un muscle car americano, Carolina también ha participado en un par de oportunidades en las Mil Millas, una de las pruebas de regularidad más importantes de Argentina.
“La verdad que el auto quedó bárbaro”, dijo en referencia al F90, el primer miembro de la serie Crespi F1 Concept que está integrada por otras cuatro recreaciones de vehículos conducidos por Senna. Este auto en particular fue el primer desarrollado para la súper producción de Netflix y es también el que se empleó para desarrollar las otras réplicas.
Estos autos se ofrecen con diferentes tipos de motorización, que van de los 250 a los 350 caballos, para que cada propietario encuentre el equilibrio perfecto entre potencia y rendimiento.
Sobre el final del evento, Carolina se subió al Crespi F1 Concept, posando para las cámaras y sintiéndose, aunque sea por unos segundos, una auténtica piloto de Fórmula 1. Su entusiasmo era palpable, y la emoción de vivir una experiencia tan cercana a la de los grandes del automovilismo se reflejó en su rostro y en su característica sonrisa.
