El automovilismo siempre ha sido campo de desarrollo de tecnologías que luego llegaron a la industria automotriz. Y en esta época de grandes avances en la interacción del hombre y las máquinas parece que nada es imposible. Un claro ejemplo es el estadounidense Sam Schmidt, un piloto de carreras que se accidentó en 2000 y que quedó cuadripléjico.
Si bien desde aquel incidente Schmidt siempre se mantuvo en contacto con la adrenalina del deporte motor a través de su propio equipo, la parálisis corporal que terminó con su campaña deportiva no ha sido un obstáculo para volver a hacer algo que ama: conducir un auto.
En colaboración con la empresa de tecnología Arrow Electronics desarrolló un sistema con el que puede manejar su vehículo a través de los movimientos de su cabeza y boca.
El dispositivo cuenta con cámaras y sensores que le permiten al ex piloto controlar su Corvette C8 con solo exhalar, succionar o morder una pequeña manguera. A eso se suma un casco que mueve para direccionar el auto. Por seguridad, Schmidt siempre va con un acompañante que puede tomar el control en caso de emergencia.
Para demostrar que el este dispositivo es exitoso y que podría llegar a otras personas que también tienen cuadriplejía, Schmidt ha realizado exhibiciones en con su Corvette especialmente adaptado en varios eventos deportivos de relevancia mundial como las 500 Millas de Indianápolis, la trepada de Pikes Peak y este mismo año en el Festival de la Velocidad de Goodwood.
“Estoy muy emocionado por las posibilidades que brinda la tecnología, en especial para las personas discapacitadas”, afirma Schmidt, la única persona cuadripléjica que cuenta con una licencia de conducir en Nevada, Estados Unidos, donde reside.