Uno de los grandes eventos de este año ha sido la reunión cumbre entre Joe Biden, presidente de Estados Unidos; y Vladimir Putin, su par de Rusia. A la misma, que se realizó en Ginebra, ambos mandatarios llegaron en sus imponentes limusinas, equipadas con diferentes sistemas para protegerlos.
Biden arribó sobre La Bestia, como se apodó al Cadillac de 1.5 millones de dólares, repleto de tecnología y armamento. Esta “limo” presidencial fue construida para resistir ataques químicos y biológicos, balas y explosiones.
Las ventanillas tienen 8 centímetros de espesor, mientras que el blindaje de acero y cerámica tiene un grosor de 20 centímetros. Puede seguir avanzando incluso si los neumáticos se desinflan y su depósito de combustible está blindado y relleno de una espuma especial que impide que explote.
Entre otros artefactos cuenta con cámaras de visión nocturna, cañones de gas lacrimógeno y un sistema de comunicación de última generación integrado con línea directa a la vicepresidenta Kamala Harris y el Pentágono. Además, está provisto de un sistema de oxígeno seguro y un suministro de la propia sangre del presidente en caso de emergencia.
El vehículo en el que viaja Putin es un Aurus Senat, con varios detalles que se asemejan a los de La Bestia. Entre ellas su precio, ya que también cuesta 1.5 millones de dólares.
Las ventanillas tienen un grosor de más de 6 centímetros y la carrocería está blindada, algo que le permite resistir el disparo de un fusil de asalto Kalashnikov. Los neumáticos también son antibalas
Las butacas están equipadas con función especial que las pone en una “posición de seguridad más favorable” si el coche detecta que una colisión es inevitable. Cuenta con un sistema de compresión de aire capaz de resistir un ataque con gases y otro de apoyo vital por si se hunde en el agua. También tiene tecnología de comunicación avanzada que apoya las funciones de teleconferencias.
En fin, todo para proteger a los dos hombres más importantes del mundo.