Como varias automotrices, Hyundai también tiene una gama de alta rendimiento. Bautizada como “N” aprovecha mucha de la tecnología y desarrollos que obtiene a través de su participación en el Mundial de Rally. El pequeño y divertido Hyundai i20 N es una buena muestra de eso.
Lo de diversión al volante está más que garantizado gracias al que el i20 N se inspira en el Hyundai i20 Coupé WRC, el auto con el que la marca coreana compite en el WRC. Principalmente, en la parte motriz.
Se trata de un poderoso bloque de cuatro cilindros en línea de 1.6 litros apoyado con la tecnología GDi de inyección directa de alta presión y turbocompresor, capaz de desarrollar una potencia de 204 CV y un par máximo de 275 Nm, y todo ello para un coche que solo pesa 1.190 kilos.
Asociado a una transmisión manual de seis velocidades de escalonamientos bien escogidos y gran precisión en la palanca, es fácil alcanzar los 230 km/h de velocidad máxima que ofrece, tanto como pasar de 0 a 100 km/h en solo 6,2 segundos con relativa facilidad.
El conjunto de la transmisión 6MT tiene mucho que aportar a este coche, y es que el i20 N ofrece al conductor sistemas como el Launch Control y el Rev Matching para poder hacer salidas de tramo bajo un completo control electrónico y evitar el deslizamiento de las ruedas así como conseguir el máximo rendimiento durante un determinado espacio de tiempo, algo así como un sobre régimen controlado que no se puede estar usando de forma permanente.
Además también cuenta con el diferencial N Corner Carving de deslizamiento limitado con control mecánico que se encarga de que no se escape la potencia de una u otra rueda incluso si éstas pierden su contacto sobre el asfalto. Esto le da el definitivo toque “Racing” y la más absoluta eficacia en todo tipo de terrenos.
Al igual que le resto de la gama N, el i20 N lleva el sistema de control electrónico N Grin Control que ofrece cinco modos de uso diferentes: Eco, Normal, Sport, N y N Custom, diferentes programas que ajustan diferentes parámetros para ofrecer una experiencia muy deportiva y más ajustada a lo que busca el conductor en cada momento.
El mejor sin duda es el N Custom en el que casi puedes sentirte como un ingeniero modificando a tu gusto más cosas de las que imaginas… y hay cosas para las que hay que tener mucha imaginación, como el control variable del silenciador o la calibración de la frenada con el pie izquierdo sin ir más lejos.
La imagen es contundente, incluso arrolladora y tiene gustito a rally, lo que viene a corroborar la existente transferencia de tecnología entre Hyundai Motorsport y Hyundai N.
Frente al modelo básico, un i20 convencional, este presenta una distancia al suelo 10 mm menor, un agresivo frontal con una gran entrada de aire para el motor turbo y muchos aditamentos aerodinámicos que lo transforman y embrutecen de forma razonable y atractiva. Eso a simple vista, pero lo cierto es que el chasis, la suspensión, los frenos y hasta la dirección de este, poco o nada tienen que ver con el original o básico.
El chasis del i20 N han sido reforzado en doce puntos estratégicos diferentes haciendo mucho más rígido el coche, mientras que la suspensión, con nuevos amortiguadores y muelles, cuenta con una geometría exclusiva, apoyada en nuevas copelas con barras anticercamiento y estabilizadora junto a una mayor inclinación que sirve para mejorar de forma sobresaliente la capacidad de tracción, nuevos resortes y amortiguadores para proporcionar la máxima diversión al volante.
Para Hyundai la competición es un campo de pruebas para su tecnología y los N se están beneficiando de esto.