Después de iniciar la serie Icona hace dos años con los Ferrari Monza SP1 y SP2, llega el tercer integrante de esta familia de vehículos especiales de la marca italiana que está inspirada en su pasado. Denominada como Ferrari Daytona SP3 utiliza las soluciones de ingeniería ya adoptadas en los coches de competición de la década de 1960.
Aunque toma la base del Ferrari LaFerrari Spider, su imagen es completamente distinta; empezando por ser un descapotable tipo targa con un techo de paneles duros que se puede desmontar.
El habitáculo, con el parabrisas envolvente, adquiere un aspecto de cúpula. Mientras que los guardabarros lisos de doble cresta hacen referencia a la plasticidad de otros prototipos deportivos Ferrari como el 512 S o el 312 P.
El frontal cuenta con una amplia parrilla central, enmarcada por dos pilares sobre los que destacan unas láminas horizontales delimitadas por el borde exterior del parachoques. Los faros se caracterizan por una tapa móvil que recuerda los típicos faros retráctiles de los superdeportivos antiguos.
En interior se lucen dos butacas integradas al chasis con un diseño ergonómico. La posición de conducción es más baja y más reclinada que en los otros Ferrari de la gama y es muy similar a la de un monoplaza.
El Ferrari Daytona SP3 utiliza un bloque 6.5 V12 atmosférico con 840 CV de potencia y 697 Nm de par máximo, convirtiéndose así en el motor más potente que jamás ha fabricado la marca.
El propulsor se combina con una transmisión automática de doble embrague y siete relaciones y manda toda la fuerza a un eje trasero, que dispone de un diferencial de deslizamiento limitado.
Acelera de 0 a 100 km/h en 2,85 segundos, alcanzar los 200 km/h desde en parado en 7,4 segundos y conseguir una velocidad máxima que supera los 340 km/h.
Ferrari producirá 599 ejemplares de este nuevo deportivo que tiene un precio de dos millones de euros más impuestos. Sin embargo, no hay ninguna disponible ya que todas tienen dueño. Las primeras entregas están previstas para el último trimestre de 2022.