Según diversos estudios el exceso de velocidad contribuye a alrededor del 30 por ciento de los accidentes mortales. Eso es algo que ha tenido en cuenta la Unión Europea al aprobar una ley que exigirá que todos los modelos y tipos de vehículos nuevos introducidos en el mercado europeo a partir de julio de 2024 estén equipados con un Asistente de Velocidad Inteligente (ISA, por sus siglas en inglés).
“ISA trabaja con el conductor como una función de asistencia a través del control del acelerador o de otra retroalimentación dedicada, adecuada y efectiva, mientras que el conductor siempre tiene el control total de la velocidad de conducción del vehículo. Es una medida de seguridad eficaz porque incluso una velocidad de conducción ligeramente reducida tiene un efecto beneficioso significativo en la prevención de accidentes o la mitigación del resultado del accidente”, explica la UE.
El límite de velocidad del vehículo se establece automáticamente en función de los límites de velocidad indicados en las calles. Para esto, ISA utiliza las cámaras del auto y los datos de mapas y GPS, ya que de esta manera actualiza continuamente el límite de velocidad del vehículo con el del camino.
Al exceder el límite de velocidad, ISA puede advertir de diferentes maneras utilizando tres tipos de tecnología: el informativo, a través de una señal visual o de audio; advertencia, aumenta la presión ascendente sobre el pedal del acelerador; o intervención, que reduce la inyección de combustible.
Un proyecto de prueba llamado PROSPER calculó reducciones de accidentes en seis países y predijo que la implementación de ISA puede reducir las muertes entre 19-28%, según el país.
Eso es para un “escenario impulsado por el mercado”, lo que significa que los fabricantes de automóviles implementarían la tecnología por su cuenta. En el caso de tratarse de un escenario regulado las muertes podrían reducirse entre 26-50%.