La Suzuki Hayabusa llegó al mercado en 1999, marcando nuevos patrones en diferentes apartados. Entre ellos el de su imagen, con un estilo inconfundible y una cuidada aerodinámica que han hecho que sea reconocible al instante.
Baja, larga y ancha, es una bestia magnífica que emana poder, equilibrio y altas prestaciones. Igual que el halcón peregrino, de ahí que haya adoptado su nombre en japonés. Un ave que cuando se lanza en picada por sus presas es capaz de superar los 300 km/h.
La Suzuki Hayabusa ha ido evolucionando en sus siguientes dos generaciones, pero manteniendo fielmente el ADN original. Suzuki lo ha adaptado al presente de manera contundente, acercándonos también al futuro gracias a una apariencia más vanguardista.
El equipo de diseño de Suzuki ha trabajado muy duro para crear unas líneas más nítidas y resistentes al paso del tiempo, transmitiendo refinamiento a la vez que refleja su poder.
Para ello han aplicado una acertada combinación de texturas, colores y elementos de diseño, sintonizando a la perfección con el elevado rendimiento de su motor. Un tetracilíndrico que en esta tercera generación rinde 190 CV a 9.700 rpm y que de nuevo es capaz de alcanzar los 299 km/h.
Esta tercera generación de la Hayabusa reboza de calidad y lujo y al mismo tiempo su imagen se asemeja a un ave rapaz muy rápida y feroz como es el halcón peregrino. Y para comprobarlo, la marca los puso frente a frente en un particular duelo (video).