La fama que hoy tiene Rolls-Royce en mucho se la debe al capitán George Eyston, que en los años ’30 logró batir varias veces récords de velocidad con un prototipo especialmente diseñado llamado Thunderbolt que montaba dos motores de avión V12 desarrollados por la compañía británica. En honor ese legado R-R creó la denominada Landspeed Collection basada en los modelos Dawn y Wraith Black Badge.
Eyston fue uno de los primeros británicos en competir en el salar de Bonneville, un lugar emblemático para este tipo de proezas. En 1937 marcó 502,008 km/h y al año siguiente batió ese registro con 555,909 km/h.
Pocas semanas después John Cobb, con el Railton Special, llevó la plusmarca a 568,459 km/h. Pero el reinado le duró menos de 24 horas porque Eyston volvió al salar y con el Thunderbolt voló hasta los 575,217 km/h. Dos años después Cobb tuvo su revancha, pero el logro de Eyston siempre fue reconocido por Rolls-Royce.
Los modelos de la Landspeed Collection cuentan con un aspecto especial que hace referencia al propio Eyston y a las salinas de Bonneville. Ambos coches se presentan con pintura bitono que combinan los colores Black Diamond Metallic y Boneville Blue, específico de esta versión.
Se trata de una pintura especial que varía de azul a plateado en función de la luz solar. Además, tiene detalles en negro y amarillo en honor al Thunderbolt, que tuvo que lucir un diseño con esos colores en su carrocería de aluminio para poder ser detectado por el radar.
El interior hay otros detalles como un reloj inspirado en la instrumentación del prototipo, materiales con toques clásicos o la estética de las propias salinas en zonas como la guantera. Pero lo más singular es la iluminación del techo del Wraith Landspeed, que recrea el cielo estrellado que hubo el 16 de septiembre de 1938 cuando Eyston marcó su tercer récord.
La Landspeed Collection de Rolls-Royce tendrá una edición limitada de 60 unidades, 25 del Dawn y 35 del Wraith.
