Käfer, Escarabajo, Beetle, Vocho, Coccinelle, Fusca y Maggiolino han sido algunas de las denominaciones con las que se conoció a uno de los autos más emblemáticos en la historia de la industria automotriz. Creado por Volkswagen a mediados de la década de 1930, el VW Beetle se ha ganado un lugar especial en el corazón de millones de personas en todo el mundo.
La historia del Beetle se remonta al 22 de junio de 1934, cuando se firmó el contrato entre la Asociación de la Industria Alemana del Automóvil y Ferdinand Porsche para crear un automóvil asequible y práctico para el ciudadano común.
Porsche tuvo diez meses para diseñar el vehículo, y el primer prototipo rodante, conocido como KdF-Wagen, estuvo listo el 5 de febrero de 1936. El nombre KdF-Wagen era una abreviación en alemán de "Kraft durch Freude", que significa "fuerza por medio de la alegría".
La producción masiva del Volkswagen Type 1, tal su denominación oficial, comenzó en diciembre de 1945. En su primer año, se fabricaron 55 unidades, pero al año siguiente, la producción superó las 10.000 unidades. A medida que avanzaba la década de 1950, el Beetle empezó a exportarse a otros países, y Estados Unidos se convirtió en uno de los primeros en recibirlo.
La popularidad del Beetle creció rápidamente, y diferentes países adoptaron nombres locales para el vehículo. En 1955, se ensambló la unidad número un millón del Volkswagen Sedan, y en 1972, se superaron las 15 millones de unidades producidas, rompiendo el récord establecido por el modelo T de Ford. Veinte años después, la marca alcanzó la asombrosa cifra de 21 millones de unidades producidas.
La fama del Beetle fue tal que incluso tuvo un papel estelar en la gran pantalla. En 1963, el Beetle fue utilizado para dar vida al entrañable personaje de Herbie en la película Cupido Motorizado. Este simpático auto con personalidad propia se convirtió en un ícono cinematográfico y ayudó a impulsar aún más la popularidad del Beetle.
Sin embargo, en 1998, Volkswagen decidió reemplazar el legendario modelo por el New Beetle, que presentaba un diseño más moderno y adaptado a los nuevos tiempos. Aunque el New Beetle no logró igualar el éxito de su predecesor, el legado del Beetle original continuó vivo en la memoria de los amantes de los autos clásicos.
La producción del Beetle llegó a su fin en la planta de Volkswagen en Puebla, México, en 2003, después de un impresionante lapso de 58 años. Durante ese tiempo, se fabricaron un total de 21.529.464 unidades, dejando una huella imborrable en la historia de la industria automotriz.