La industria de los superdeportivos vive actualmente una transición entre la fidelidad a los motores de combustión y el auge de la electrificación. En medio de esta polarización, el Oilstainlab HF-11 llega al mercado con una propuesta innovadora: permitir a los propietarios alternar entre motores de combustión y eléctricos, adaptando su experiencia de conducción según sus preferencias.
Este superdeportivo, que será producido en una edición limitada de solo 25 unidades, promete revolucionar el sector ofreciendo versatilidad, potencia y exclusividad en un solo vehículo.
La mecánica del HF-11 es su verdadero atractivo. Cada uno de los 25 propietarios podrá optar por una de las tres configuraciones de motor: una versión de combustión, una eléctrica o ambas, con posibilidad de intercambiarlas en su propio garaje. Para aquellos que elijan el motor de combustión, el HF-11 ofrece un motor de 4.5 litros y seis cilindros que entrega 650 CV de potencia, con capacidad de subir hasta las 12.000 revoluciones, y acompañado por una transmisión manual de seis velocidades. Esta opción, fiel a la esencia de los superdeportivos clásicos, tiene un precio de 1,85 millones de dólares.
La alternativa eléctrica, en cambio, destaca por su sistema de propulsión de cero emisiones, con una potencia de 860 CV alimentada por una batería de 80 kWh, una opción más costosa que se sitúa en los 2.35 millones de dólares. Al elegir esta opción, los conductores pueden experimentar la potencia sin precedentes de un superdeportivo eléctrico sin emisiones.
Para quienes desean la máxima versatilidad, el HF-11 ofrece la opción de adquirir ambas configuraciones por el mismo precio que la versión eléctrica, con la posibilidad de cambiar entre sistemas de propulsión. Según los diseñadores de Oilstainlab, este sistema de conversión es sorprendentemente sencillo y no requiere un cambio de motor en sí, sino que reemplaza el bastidor auxiliar del vehículo en un proceso diseñado para ser relativamente accesible.
El diseño del HF-11 está inspirado en las carreras, fusionando elementos ultradeportivos con detalles funcionales. Su carrocería, construida completamente en fibra de carbono, mantiene el peso total del vehículo en tan solo 907 kg en la versión de combustión, maximizando la relación potencia-peso. Con formas redondeadas en el frontal, el diseño del HF-11 se va estilizando hacia la parte trasera, donde cuenta con un alerón integrado, ruedas al aire y un difusor agresivo que acentúa su aspecto aerodinámico y atlético.
Si bien su enfoque es completamente deportivo, el HF-11 está equipado con algunas comodidades que permiten un uso funcional en el día a día. Incluye aire acondicionado, cámara trasera y retrovisores eléctricos calefactados, agregando un nivel de confort inusual para un superdeportivo de este calibre.
El HF-11 no solo representa una innovación en el mercado de los superdeportivos, sino también una declaración de la capacidad de Oilstainlab para innovar en una industria que evoluciona hacia la sostenibilidad sin renunciar a las prestaciones. Al ofrecer opciones que pueden adaptarse a las necesidades y preferencias de cada conductor, este modelo es un tributo a la versatilidad y la vanguardia en el diseño automotriz.