Ford fabricó el pasado viernes los últimos ejemplares del mítico Ford Fiesta en su planta en Colonia (Alemania) tras 47 años en los que se han fabricado alrededor de 20 millones de unidades de este modelo en todo el mundo. Así, los tres últimos Fiesta producidos se quedarán como recuerdo en fábricas de la empresa.
La historia del Ford Fiesta comienza en Europa, donde fue desarrollado para enfrentar la crisis del petróleo de los ‘70. En un contexto de creciente conciencia sobre la eficiencia de combustible, Ford buscó crear un automóvil compacto, ágil y económico.
El Fiesta nació en 1976 y fue una respuesta directa al Volkswagen Polo que la marca alemana comenzó a comercializar un año antes. Así como el Polo fue fruto de Giorgetto Giugiaro, el Fiesta lo creó el centro de estilo Ghia, también en Turín, que ganó el concurso interno entre los centros de diseño de Ford en todo el mundo.
A lo largo de sus siete generaciones (1976, 1983, 1989, 1995, 2002, 2008 y 2017), el Ford Fiesta ha experimentado numerosas mejoras y actualizaciones. Desde su introducción, ha sido testigo de avances tecnológicos que han mejorado su rendimiento y seguridad. Desde sistemas de inyección de combustible más eficientes hasta funciones de conectividad de última generación, el Fiesta ha sabido mantenerse a la vanguardia de la innovación en cada etapa de su evolución.
El éxito del Ford Fiesta no se limitó a Europa. Con el paso del tiempo, este modelo conquistó el mercado estadounidense y otras partes del mundo. Su combinación de estilo, eficiencia y asequibilidad lo convirtió en una opción atractiva para una amplia variedad de conductores, desde jóvenes en busca de su primer automóvil hasta familias que valoraban la economía de combustible sin sacrificar el espacio interior.
Una de las características distintivas del Ford Fiesta ha sido su versatilidad. A lo largo de los años, ha estado disponible en diferentes variantes, incluyendo versiones deportivas como el Fiesta ST, que ofrece un rendimiento emocionante y una experiencia de conducción deportiva. Además, el Fiesta ha sido un éxito en el Mundial de Rally, demostrando su capacidad para competir en las pistas y conquistar la adrenalina de los fanáticos del automovilismo.
La planta de Colonia donde se fabrico el Fiesta hasta la semana pasada recibió una inversión de 2.000 millones de euros para adaptarla a la producción de los vehículos eléctricos. El primero de estos modelos será el Ford Explorer al que le seguirá un crossover deportivo.
La planta tiene 125 hectáreas y está equipada con una nueva línea de producción, ensamblaje de baterías y herramientas y automatización de última generación, lo que permitirá, según estimaciones de la compañía, una capacidad de producción anual de más de 250.000 vehículos eléctricos.