El traspaso de tecnologías eficientes de la competición a los autos de serie es uno de los objetivos de DS Automobiles que, desde la temporada 2018/2019, cosecha importantes éxitos en la Formula E con el equipo DS Techeetah.
Las carreras de la categoría eléctrica están planteadas para poner de manifiesto la mejor gestión de la potencia: sin la recuperación de una buena cantidad de energía mediante el sistema de frenado regenerativo, la batería de 50 kWh podría resultar insuficiente para llegar al final de la prueba.
Un riesgo que obliga a los ingenieros a medir de manera muy precisa la eficiencia del coche mientras que el piloto debe contar con las frenadas para añadir kilómetros extra a la autonomía de su monoplaza eléctrico.
Si bien los componentes del vehículo de competición y del de serie son diferentes, la arquitectura y el proyecto son los mismos, proporcionando una contribución fundamental a la gama E-Tense de DS Automobiles.
Así lo demuestra el sistema de recuperación de energía en las frenadas que monta el SUV compacto premium 100% eléctrico DS 3 Crossback E-Tense. En cada desaceleración, el coche recupera energía que la batería de tracción permite almacenar para una utilización posterior.
Esta funcionalidad se puede usar como freno motor, lo que permite al coche desacelerar sin necesidad de utilizar el freno. Si es necesario desacelerar más rápidamente, se puede recurrir, evidentemente, al pedal del freno.
En ciudad el resultado se pone de manifiesto de manera inmediata con una recuperación de energía que puede alcanzar hasta el 20% del total disponible. Esta característica aporta una ventaja añadida, que no es otra que la mayor duración del equipo de frenada, sometido a un desgaste claramente inferior al de un coche con un motor térmico convencional.
En la instrumentación digital de DS 3 Crossback E-Tense, el indicador de potencia muestra, con la posición Charge, la dinámica de recarga que puede ser incrementada al seleccionar la posición “B” de Brake con el selector del cambio.
En este caso, el efecto de freno motor aumenta y, con ello, la recuperación de energía.
Útil en los largos descensos, como, por ejemplo, los de puertos de montaña, consigue, asimismo, el mencionado efecto de menor uso del sistema de frenos.