El deportivo eléctrico británico que desafía las reglas del juego – GENTE Online
 

El deportivo eléctrico británico que desafía las reglas del juego

Longbow
Longbow redefine el concepto de deportivo eléctrico con un vehículo de 900 kg, 440 km de autonomía y un diseño pensado para el placer de conducción.
Autos y Motos
Autos y Motos

La electrificación ha sido un golpe a la filosofía de los deportivos ligeros. Baterías voluminosas, peso extra y una dinámica que, en muchos casos, prioriza la eficiencia sobre la sensación de manejo. Pero Longbow no está dispuesta a aceptar ese destino sin luchar. Con el Speedster y su versión cerrada, el Roadster, esta nueva empresa británica quiere revivir el espíritu de los clásicos livianos, pero en clave 100% eléctrica. Y, según prometen sus creadores, sin traicionar la esencia de lo que hace especial a un auténtico deportivo.

Longbow

Cuando se piensa en un auto eléctrico, lo último que se viene a la cabeza es ligereza. Y con razón: un Tesla Model S Plaid roza las 2,2 toneladas; un Porsche Taycan Turbo S, los 2.300 kg. Sin embargo, Longbow promete que su Speedster pesará apenas 895 kg, una cifra que lo coloca más cerca de un Lotus Elise que de cualquier otro EV en el mercado.

Para lograrlo, han apostado por un chasis de aluminio ultraligero y motores eléctricos compactos. La batería, de la que aún no han revelado detalles, permitirá una autonomía de 440 km, una cifra que podría ser suficiente para convencer a los puristas de que la electrificación y la pasión por la conducción no son incompatibles.

Un deportivo ligero no solo debe ser rápido, sino también ofrecer una experiencia visceral. Longbow asegura que el Speedster acelera de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos, una cifra respetable, aunque lejos de los hiperdeportivos eléctricos de hoy. Sin embargo, el enfoque no está en la brutalidad de la aceleración, sino en la interacción con el conductor. La empresa quiere que su auto se sienta ágil, comunicativo y, sobre todo, disfrutable en carreteras reviradas y circuitos.

Longbow

No será un auto masivo. Longbow fabricará solo 150 unidades del Speedster y 150 del Roadster, cada uno construido a mano con un nivel de personalización artesanal. El precio de partida del Speedster será de 84.995 euros, mientras que el Roadster costará 64.995 euros. Por ahora, la distribución se limitará al Reino Unido, aunque podría expandirse a otros mercados.

A modo de comparación, un Porsche 718 Cayman GT4 cuesta alrededor de 120.000 euros y un Lotus Emira, con motor V6, ronda los 100.000 euros. Longbow se ubica en un segmento intermedio, ofreciendo la exclusividad de una marca emergente con la promesa de una experiencia de conducción pura.

Pese a que la propuesta de Longbow es intersante, el sector automotriz es un terreno hostil para las start-ups. Fisker, Faraday Future y otras tantas han demostrado lo difícil que es convertir las promesas en autos de producción.

La joven marca británica tiene una visión clara: revivir el concepto de un deportivo ligero en la era eléctrica. Si logran cumplir con los plazos y las expectativas, podrían marcar un antes y un después en la industria. Si no, serán una más en la lista de intentos fallidos.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig