A modo de celebración de su centenario la empresa química japonesa Asahi Kasei presentó un concept car llamado AKXY2. Especialista en la investigación de nuevos materiales que reducen la huella de carbono y puedan ser fácilmente reciclables, el objetivo de este vehículo fue presentar como sus desarrollos se pueden aplicar a la industria automotriz.
El AKXY2 se concibió como un espacio móvil en el que los ocupantes disfrutan de la máxima habitabilidad y la posibilidad de interactuar entre si y el exterior, sean cuales sean las condiciones climatológicas.
Diseñado a partir de los códigos estéticos de una embarcación, el techo y las ventanillas transparentes forman una cubierta de una pieza que se eleva para permitir la entrada y salida de los ocupantes.
Asahi Kasei hace gala de su tecnología en el interior del AKXY2 con la utilización de los materiales que desarrolla, desde textiles hasta elastómeros con diferentes orígenes.
Las superficies interiores están cubiertas con una gamuza de microfibra parcialmente hecha de poliéster reciclado. También tiene tejidos antimicrobianos para proteger el interior del automóvil de la propagación de patógenos.
El habitáculo, además, cuenta con un sensor que monitorea los niveles de CO₂ en el interior para mantener una calidad de aire óptima mientras reduce el uso de energía y protege a todos los ocupantes.
El AKXY2 también innova con los neumáticos. Están fabricados con butadieno, un compuesto que se obtiene del petróleo, aunque en este caso es de base biológica. Según Asahi Kasei estas cubiertas mejoran la eficiencia energética, gracias a su baja resistencia a la rodadura, y reducen la generación de microplásticos, otra de las fuentes contaminantes de la atmósfera.