Con los principales fabricantes de motos en el camino hacia la electrificación, Ducati decidió no quedarse atrás y ya trabaja en su primer modelo con este tipo de motorización. El campo de desarrollo será la competición como proveedor exclusivo de la categoría MotoE, que forma parte del Mundial de Motociclismo, a partir de 2023.
Bautizada como Ducati V21L, el vehículo ya acumuló sus primeros kilómetros en el circuito italiano de Misano con el piloto Michele Pirro, tester de la marca desde 2013, detrás del manillar.
El prototipo es el resultado del trabajo conjunto del equipo Ducati Corse y los ingenieros de I+D de Ducati dirigidos por Roberto Canè, director de Ducati eMobility.
“¡Me cuesta creer que sea una realidad y que aún no sea un sueño! La primera Ducati eléctrica en pista es excepcional no solo por su singularidad sino también por el compromiso: desafiante tanto por sus objetivos de rendimiento como por sus escalas de tiempo extremadamente cortas”, explicó Canè.
Pirro, en tanto, quedó muy conforme con la performance, que equiparó con una moto convencional de MotoGP, la clase reina de las dos ruedas. “La moto es ligera y ya tiene un buen equilibrio. Si no fuera por el silencio y por el hecho de que en esta prueba hemos decidido limitar la salida de potencia a solo el 70% del rendimiento podría fácilmente imaginar que estaba montando en mi moto”, dijo.
Los desafíos más importantes en el desarrollo de una motocicleta de carreras eléctrica siguen estando relacionados con el tamaño, el peso y la autonomía de las baterías. En consecuencia, los focos del proyecto son, además de un mejor rendimiento, la contención del peso y la consistencia de la entrega de potencia durante la carrera.
Toda la experiencia que Ducati logre en MotoE será utilizada tan pronto como la tecnología lo permita para crear un modelo para uso en carretera “que sea deportivo, ligero, emocionante y capaz de satisfacer a todos los aficionados”, según explicaron desde la firma de Borgo Panigale.