En el mundo de los autos deportivos algunos vehículos destacan no solo por su desempeño, sino también por su opulencia y extravagancia. El Koenigsegg Jesko Attack Odin es un claro ejemplo de esto.
Este roadster de techo rígido está impregnado de fibra de carbono en todas sus facetas, pero lo más sorprendente es el uso de oro de 24 quilates en numerosos detalles, tanto en el exterior como en el interior del vehículo.
El Jesko Attack Odin es obra de los especialistas en preparaciones de Novitec, quienes han elevado el nivel de lujo y exclusividad de este hiperdeportivo. Con solo 125 unidades fabricadas por Koenigsegg, este ejemplar en particular se destaca como una joya única en su especie.
Desde las llantas de fibra de carbono con bujes centrales chapados en oro hasta los acabados de Alcántara negra y detalles dorados en el interior, el Jesko Attack Odin deslumbra con su exquisitez y refinamiento. Cada aspecto de este hiperdeportivo ha sido cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia de conducción sin igual.
Equipado con un motor V8 biturbo de 5.0 litros, el Jesko Attack Odin desata una potencia descomunal. Con nafta convencional, alcanza los 1.280 CV y 1.000 Nm de par máximo. Pero con biocombustible E85, estas cifras se elevan aún más, hasta alcanzar los 1.600 CV y 1.500 Nm de par.
Con una caja de cambios automática de nueve velocidades y tracción trasera, este hiperdeportivo es una verdadera máquina de velocidad y potencia.
El Jesko Attack Odin es uno de los hiperdeportivos más rápidos del mundo, capaz de alcanzar una velocidad máxima de 483 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 2,5 segundos. Su rendimiento en pista y carretera lo convierte en una obra maestra de la ingeniería automotriz.
El precio de esta creación es tan impresionante como el vehículo mismo. Con un valor que roza los cinco millones de euros después de la transformación, el Koenigsegg Jesko Attack Odin se posiciona como una opción solo al alcance de unos pocos privilegiados.
