Estados Unidos y China vuelven a tener un motivo de discordia. El año pasado fue la batalla entre Donald Trump, entonces presidente del país del Norte, y la plataforma china TikTok. Ahora es el gobierno del gigante asiático el que se mete con una empresa estadounidense, más precisamente Tesla Motors, ya que considera que sus autos pueden ser "espías".
Preocupados por que los datos que recopilan sus vehículos eléctricos sean una fuente de filtraciones en temas de seguridad nacional, el ejército chino restringió al personal militar y empleados de empresas estatales clave la conducción de los autos producidos por la empresa fundada por Elon Musk.
Los Tesla, que son populares en China y se producen en una fábrica que la compañía posee en Shanghai, tienen varias cámaras externas pequeñas para ayudar con el estacionamiento y la conducción autónoma. Aunque lo mismo sucede con vehículos de otras marcas...
La medida se tomó después de una revisión de seguridad del gobierno chino a los Tesla, tras descubrir que sus sensores pueden registrar imágenes visuales de las ubicaciones circundantes.
LA RESPUESTA DE ELON MUSK
Durante el último Foro de Desarrollo de China, celebrado el pasado fin de semana, Musk habló sobre el asunto. “Hay un incentivo muy fuerte para que seamos muy confidenciales con cualquier información. Si Tesla usara los autos para espiar en China o en cualquier lugar, nos cierran”, aseguró.
Vale destacar que China es uno de los mercados más grandes para Tesla. El año pasado vendió casi 150.000 vehículos en el país asiático, representando alrededor del 30% de sus ventas globales.