A modo de anticipo de su futuro sedán insignia y completamente eléctrico, Cadillac presentó el Cadillac Celestiq. Se trata de un auto de exhibición inspirado en la herencia de 120 años de la marca que sirve también como piedra basal para sus equipos de diseño e ingeniería a medida que el modelo se acerca a la producción.
Al desarrollar al Celestiq los expertos de Cadillac se sumergieron en la artesanía y la personalización que definieron sus primeros sedanes, como Eldorado Brougham de 1957 construido a mano.
“Esos vehículos representaron el pináculo del lujo en sus respectivas épocas y ayudaron a hacer de Cadillac el estándar del mundo”, dijo Tony Roma, ingeniero jefe. “El Celestiq es también un sedán porque la configuración ofrece la mejor experiencia de lujo. Se basa en ese pedigrí y captura el espíritu de llegada que expresaron”.
Los diseñadores se inspiraron aún más en la arquitectura clásica, como las obras maestras de mediados de siglo del arquitecto Eero Saarinen, junto con otros diseños estadounidenses icónicos.
Darse cuenta e infundir esas influencias dentro de una arquitectura EV basada en la plataforma Ultium de General Motors dio como resultado una expresión clara para este auto que considera la totalidad del viaje como una experiencia curada. El resultado es un vehículo que causa una primera impresión magnética y cultiva una conexión personal permanente.
Este auto de exhibición muestra algunos de los materiales, las tecnologías innovadoras y la atención artesanal a los detalles aprovechados para expresar la visión de Cadillac para el futuro.
Los puntos destacados incluyen cinco pantallas LED interactivas avanzadas de alta definición, incluida una LED avanzada de 55 pulgadas en diagonal, junto con novedades esperadas en la industria, como un techo de vidrio inteligente de transmisión variable y la próxima generación del Ultra Cruise, el sistema de conducción autónoma de GM.
Cadillac anunció que la disponibilidad de la versión de producción de Celestiq se anunciará en una fecha posterior.