En el marco del Gran Premio de Francia de Fórmula 1, Alpine presentó el prototipo eléctrico Alpine A110 E-ternité que desarrolla una potencia de 240 caballos (178 kilovatios).
“Quiero electrificar Alpine para que se inscriba en la eternidad”. Esta frase la pronunció Luca de Meo poco después de su llegada al Grupo Renault. El reto fue aceptado por Laurent Rossi, CEO de Alpine, y los ingenieros de la marca.
En menos de un año, un equipo ha llevado a cabo este atrevido reto basándose en el A110 e incluso ha tenido la oportunidad de fabricar un “semidescapotable”.
El A110 E-ternité es fruto de este trabajo y viene a celebrar los 60 años de la berlinetta, sirviendo de enlace entre un legendario pasado y un futuro 100 % eléctrico. También ilustra los trabajos que Alpine está llevando a cabo para desarrollar su gama de nuevos modelos.
Esta versión cero emisiones del A100 puede alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos. La capacidad de la batería se sitúa en 62 kilovatios hora (kWh).
Alpine indicó que este nuevo prototipo tiene un peso de 1.378 kilogramos y utiliza una caja de cambios Alpine DCT 2 especialmente desarrollada. La autonomía es de 420 kilómetros.
Entre las innovaciones con las que cuenta el modelo se encuentran el sistema de audio de última generación con ocho altavoces, así como un sistema multimedia que convierte la tablet personal del conductor en la pantalla multimedia del coche.
Otra característica del A110 E-ternité es la utilización de materiales novedosos como el lino en algunas piezas de la carrocería como la estructura del capó, el techo, la luneta, la rejilla, los asientos o el faldón trasero.
