Si nos enfocamos en las figuras que en la actualidad brillan en Hollywood, Dove Cameron es una de ellas. El ascenso a la fama se dio a la velocidad de la luz desde que comenzó a dar sus primeros pasos en Disney, como actriz y cantante. Sin embargo, lo que para el público fue un cuento de hadas, para ella no fue tan así.
Su primer papel fue Little Cosette en Les Miserables, a los 9 años. Un año más tarde se puso en la piel de Totó –un perro-en El Mago de Oz. “Llevaba un traje de perro, la cara pintada, anduve en cuatro patas durante cuatro meses. Creo que ahí fue cuando empezaron mis problemas lumbares”, comentó en una reciente entrevista con la BBC.
En 2012 encarnó a Burbujas en Las chicas Superpoderosas y de a poco se fue metiendo cada vez más en la factoría Disney. Por Liv and Maddie ganó un Emmy, las puertas del cine se le abrieron, la exposición fue cada vez mayor hasta llegar a lo que representa hoy para la industria del séptimo arte.
Sin embargo, fuera de las cámaras, su vida no fue tan llena de brillos. Cuando tenía 15 años sufrió el suicidio de su padre. En 2016, contó que se lamentaba porque no se había podido despedir de él. Además, contó que Dove, -su verdadero nombre Chloe Celest- lo adoptó en nombre de su padre, porque él la llamaba así cariñosamente y fue una muestras de cariño, para recordarlo siempre.
Fueron momentos en los que anímicamente sintió los golpes: “Era un desastre, estaba destrozada. Lloraba todas las noches, no comía, estaba anoréxica porque lo único que quería era aprobación. Estaba triste, realmente triste”, comentó con angustia.
“He tenido la infancia más lo que te puedes imaginar. Fue muy oscura”, comentó. “Y por eso, la luz en mi vida se ha convertido en un medicamente para eso. Fue como si me negara a tener esa oscuridad en mi vida, porque sabía lo que era ir al lugar más oscuro posible”, contó sobre sus dificultades y de cómo hizo para salir adelante.
Por su parte, a medida que fue creciendo, empezó a experimentar ansiedad y depresión: “Sí, muchas veces me he sentido deprimida…lidio mucho con la ansiedad. La ansiedad es pasajera, me sube y me baja".
Al mismo tiempo, remarcó que es muy celosa de mostrar su vida privada. Sin embargo, teniendo en cuenta los problemas de salud mental que atravesó, creyó que contándolo puede ayudar a sus fanáticos. Hoy su realidad es otra. Lejos de Disney, la joven que brilló en la trilogía Descendientes, elige los papeles que quiere afrontar.