Desde que asumió como presidente de la Nación, a Carlos Menem (1930-2021) siempre se lo vio con su anillo de oro con piedra de óinix en su mano izquierda. Pero en su última hora, un enfermero de la empresa Swiss Medical que lo asistió en su casa robó su joya más característica.
Fue la propia familia la que denunció el extravío el 17 de diciembre y la que ofreció una recompensa a quien pueda devolvérselo. Y ahora, a horas de que trascienda la identidad del ladrón, fueron su propia madre, su tía y su prima las que se presentaron en una comisaría del barrio de Belgrano para devolverlo.
Apenas supo la noticia, Zulemita Menem (50) quiso correr a buscarlo, pero, por una cuestión burocratica, debió asistir a Tribunales acompañada por su abogado, Diego Storto, para concluir el trámite de recuperación del anillo de oro.
Fue desde la puerta del edificio de Tribunales que dijo: "Le agradezco a la familia del enfermero que devolvió el anillo, voy a estar agradecida toda la vida, porque es muy importante para mí y para la familia. Mi padre era muy apegado a estas cuestiones afectivas y, la verdad, es una alegría al corazón. Recuperé una parte de papá".
Y con respecto a la pena que le espera a Mauricio, el ladrón que está citado a declarar el 8 de marzo, aclaró: "No quiero ninguna condena que no le corresponda por el delito. Ojalá que pueda presentarse a hacer una probation y, ya que es enfermero, hacer una ayuda a la sociedad".
Además, confió que recompensará a los familiares que devolvieron el anillo y al primo, que es efectivo de la Policía Federal, y advirtió que el anillo estaba en su poder: "Me comprometí a ello y lo voy a cumplir. Hay que empezar por la persona que trajo la información, no como personal policial sino como primo de esa persona (el enfermero), quien aportó el primer dato. Era primo y casualmente policía. Y quiero destacar el gesto del resto de la familia. Hay una mamá que debe haber pasado un momento muy doloroso y lo importante es que tuvo el coraje de hacerlo y éstos son los gestos que hay que destacar".
