“No me quiero hacer la pendeja”. Dice sin vueltas la contadora pública y licenciada en Administración de Empresas que lució un vestido “de fiesta, elegante y cortito” de Fabricio Kozlowski,y explica: “Odio que me digan que no parezco de mi edad porque estoy contenta con mis arrugas. Yo uso pollera corta porque tengo piernas flacas, pero no elijo la ropa que usaría Lali Espósito o mi hija”.
Tiempo de deseos. Acompañada por sus seres queridos (incluyendo su mamá, Dora), Yanina sopló la number cake de Belangerie de galletita de almendras y dulce de leche antes de realizar una suelta de globos junto a los invitados. Después, abrió regalos (“¡recibí de todo!, desde un Rolex hasta un cuadro personalizado de Milo Lockett”), pidió un Aperol en la barra de Mystikal Drinks y le agradeció a sus hijos, Dieguito y Lola, por su participación en el emotivo video sorpresa en el que ambos le cantaron sus sentimientos al ritmo de hits de Ricky Martin.
En una locación con historia. La ambientación –de SB Ambientaciones– incluyó, entre otras cosas, muebles de mimbre y madera, flores de color fucsia, violeta, rosa y una pista al aire libre con un techo de foquitos. “Toda la organización se las dejé a Loli y Noe de Azares Eventos, y salió hermoso”, dice Yani.
Una pareja con futuro. “Con Diego tenemos planeado festejar en agosto los cincuenta de los dos y los veinticinco años de casados. También estuvimos charlando la posibilidad de co-conducir un programa juntos, pero veremos qué pasa con eso”, dice Yanina, y reflexiona: “Creo que las cosas malas que pasaron me sirvieron para darme cuenta de lo fuerte que soy y de la familia que tengo. Junto a Diego, Dieguito y Lola formamos un clan que amo”.
Por Kari Araujo. Fotos: Hobby Studio Creativo.
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