El domingo, mientras Ángel Di María le disputaba el juego a Nantes con su equipo, el París Saint-Germain, su director técnico tuvo que apartarlo de la cancha para darle una mala noticia. El entrenador argentino Mauricio Pochettino lo acompañó al vestuario para avisarle que su esposa, Jorgelina Cardoso, y sus dos hijas, Mía y Pía, habían sido retenidas durante un asalto en su casa.
El asalto a la vivienda de Ángel en la ciudad de Neuilly-sur-Seine, en las afueras de París, se produjo pese que había un agente de seguridad. Los ladrones violaron la seguridad y saquearon la caja fuerte, aunque ni la esposa del jugador ni sus hijas sufrieron lesiones.
Según Le Parisien, la familia de "Fideo" no tuvo contacto con los ladrones ni registraron que la caja fuerte haya sido desvalijada. L'Equipe agregó que los ladrones ingresaron por la planta superior y violaron una pequeña caja fuerte que contenía joyas y relojes. Según ese mismo medio, el monto de lo robado ascendería a 500 mil euros.
No fue sólo Di María fue víctima de robo: también fue asaltada la casa de los padres de su compañero, el brasileño Marquinhos. En ese caso los familiares del jugador también se encontraban presentes y aunque no hubo heridos, sí se produjo violencia.
Di María había sufrido un traumático robo con anterioridad, cuando en 2015 jugaba en el Manchester United y su hogar fue asaltado.
Fotos: Fotonoticias.