Natalia Concepción Duarte, panadera con un local sobre la calle Serrano al 1.300, se convirtió en una testigo clave de la violación grupal en Palermo el lunes 28 de febrero, cuando ella y su pareja alegaron que intercedieron para defender a la víctima del ataque. Sin embargo, se acaban de conocer imágenes de un video de seguridad que muestra una secuencia totalmente diferente.
Es más, la testigo, representada por el abogado Marino Cid Aparicio, llegó a pedir custodia en su local por miedo a las represalias de los presuntos abusadores o de sus familias, quienes, según los panaderos, los amenazaron mientras eran detenidos por la Policía de la Ciudad.
En las últimas horas, se viralizó en redes sociales un video donde se ven imágenes que contradice parte de la versión de los testigos que, ante la prensa, relataron cómo la joven e 20 años les agradeció la intervención.
Qué dijeron los testigos sobre el video
En la filmación de una de las cámaras de seguridad que captó lo que pasó luego de que los testigos se percataron de lo que sucedía dentro del auto donde la joven de 20 era abusada en grupo, se ve el accionar de los comerciantes de la panadería, que difiere de lo que luego relataron antes los medios.
Es que, tanto Natalia como su marido golpearon a la víctima. La vestimenta de la joven abusada coincide con otra filmación que consta en la causa, donde se ve cómo uno de los imputados la manosea.
Según se supo, Infobae quiso contactar a la panadera y a su abogado para que ofrezcan su versión, no obstante, la mujer no respondió, mientras que el letrado Marino Cid sólo se limitó a identificar positivamente a sus clientes como los que aparecen en las nuevas imágenes, en una primera instancia.
Luego, el abogado dio su versión sobre la actitud de los panaderos ante el avance de la joven: “Natalia y su marido le impiden el ingreso al local a la víctima porque adentro estaba el hijo de ellos, de 9 años, llorando encerrado en el baño, y otros menores. El temor era que entre la víctima y detrás de ella los 6 acusados", argumenta sobre el accionar de sus defendidos.
Y finalizó: “Después de lo sucedido, la víctima le pidió disculpas a Natalia y le agredeció su accionar. Todo esto está declarado en la causa”.
Detalles del video
Aquel lunes 28 de febrero, el Volkswagen Gol color blanco estaba estacionado frente a la panadería de Serrano casi esquina Cabrera. Al mismo tiempo, dos de los acusados bloqueaban la puerta de ingreso al local de Natalia Duarte y su marido. Por ese motivo, los comerciantes les pidieron que se retiren del lugar. Minutos más tarde, al salir a la calle, notaron lo que estaba pasando en el interior del auto y fue ahí que los testigos decidieron actuar: sacaron a la chica, llamaron a la policía y retuvieron a los jovenes.
Sin embargo, en el video que se viralizó en las últimas horas, luego de haber sacado a la joven del coche, se ve a los testigos forcejeando con un palo en mano. Luego, la víctima intentó ingresar al local, pero los comerciantes se lo impidieron. Se enfrentaron y la echaron también. Primero, Duarte le dio una patada, luego un golpe en la cara; y su marido también golpeó a la chica.
El mismo día del ataque, Duarte relató a la prensa: “Miro bien y la chica estaba claramente bajo efectos de algún tipo de drogas, como que cerraba los ojos y estaba como totalmente ida. Quería tirarles manotazos y no tenía fuerzas. Estaba tan en shock que cuando me acerqué a ayudarla me tiraba manotazos", detalló.
No obstante, en el video se observa que uno de los acusados, Lautaro Dante Cuongo Pasotti, incluso intercedió y alejó a la víctima de un golpe. Según un informe policial, el relato de los hechos se asemeja a lo que se ve en el video. Eran las 15.10 y dice: “La víctima intenta ingresar al comercio ubicado a pocos pasos del auto blanco estacionado, accionar que impidieron quiénes serían los testigos”.
Y sigue: "Se advierte que el identificado como Lautaro Dante Ciongo Pasotti se aproxima a la damnificada y a quienes serian los testigos..., en el momento en el que estos la alejan de ellos con sus manos. Lautaro Dante Ciongo Pasotti intercede entre la víctima y los antes nombrados, separándola de ellos", relata el escrito.
Cabe remarcar que, la víctima no mencionó este episodio en su declaración testimonial, aunque aseguró no recordar nada del abuso y los momentos posteriores. Recobró su memoria ya en el hospital Rivadavia, donde fue hisopada en busca de material genético de los abusadores. En su testimonio, sin embargo, aseguró que sintió un golpe en su mandíbula al regresar a su domicilio (lo que coincidiría con los golpes dados por los testigos).
