"Cada vez que ocurre un femicidio estamos ante una muerte anunciada, ante el final trágico de un proceso de destrucción que no se supo o no se quiso ver", dice Patricia Piñeyro, del Equipo de Mujeres en Riesgo de la Pastoral de La Plata. Desde la organización atienden día a día a víctimas de violencia de género.
Conocen la realidad que atraviesa el país: en menos de dos meses se registraron al menos 45 femicidios, algunos con gran repercusión mediática. Saben que la sociedad debe cambiar la mirada para salvar la vida de las que más sufren. "Si partimos de la idea de que las mujeres víctimas de violencia están en esa situación porque quieren, les gusta o se lo buscaron, si suponemos que siguen ahí por conveniencia, estamos lejos de entender de qué se trata esta enorme injusticia que es la violencia hacia la mujer", aseguran desde el Equipo.
Comprendemos nuestro nivel de humanidad por la forma en que tratamos el cuerpo de las mujeres
"En los últimos años comenzó un proceso de visibilización de la violencia de género, pero las mujeres que ponemos el cuerpo en los comedores, en la calle, en los barrios, observamos que las acciones dirigidas a desterrarla son todavía pocas e ineficaces", señalan y advierten con preocupación: "Ni antes ni después de la denuncia la mujer está contenida. Hay omisiones e indiferencia incomprensibles en la actuación policial y judicial".
Los femicidios más mediáticos de 2021 son un claro ejemplo de ello: Úrsula Bahillo fue apuñalada por su ex pareja luego de realizar numerosas denuncias en la policía, habiendo asistido en busca de ayuda a la Comisaría de la Mujer y con la supuesta "tranquilidad" que deberia haberle dado saber que Matías Ezequiel Martínez, su femicida, tenía que respetar una perimetral pedida por el Juzgado de Familia. También en el caso de Guadalupe Curual había denuncias previas y una orden de alejamiento para el femicida, Bautista Quintriqueo. A él no le importó: la acechó con un cuchillo, la persiguió y la mató delante de los transeúntes que circulaban por el centro de Villa La Angostura.
Ante esta situación, Piñeiro destaca: "Hay un antes y un después de la denuncia. La desinformación sobre las primeras señales de violencia hace que ésta no se pueda prevenir y alcance niveles de extrema gravedad. Luego se instala la pregunta: '¿Y ahora qué?'. Leyes e instituciones no alcanzan para promover el comienzo de una nueva vida".
Y ahí es donde se concentra el Equipo de Mujeres en Riesgo: en brindar una respuesta, en buscar una salida. "¿Cómo se hace para salir del problema?".
"Juntas", responden sin dudar. "Hay mucho por hacer. Es fundamental actuar antes, prevenir, informar y educar. Para lograrlo, todas somos necesarias".
Sostienen que la información es un aspecto clave. "Es fundamental la información: hay muchos tipos de violencia y se ejerce en distintos espacios. Podemos ayudar a recorrer el camino de la Justicia, a alcanzar la perimetral o el botón antipánico, pero estas instancias no resuelven el problema", afirman, en sintonía con la preocupación de quienes asisten a las víctimas en diversos espacios.
Saben que la tarea es difícil y el camino es largo, pero están dispuestas a recorrerlo con tal de mejorar la vida de las mujeres en riesgo y de, literalmente, salvar sus vidas, en el sentido más hondo de esa palabra. "Acompañar implica escuchar, ver y reconocer en cada mujer su dignidad y su derecho a la vida plena; ayudar a conocer opciones y asumirlas. Se puede dar vuelta la historia, renacer de las cenizas como el Ave Fénix, empezar de nuevo y construir futuro. Acompañar a las mujeres en riesgo es estar ahí sanando heridas, llevando paz, ayudando a deconstruir miedos, a insuflar esperanzas", concluyen, con la certeza de que hay una salida.
Para denunciar violencia de género podés comunicarte de manera gratuita las 24 horas del día, los 365 días del año, a través de un llamado al 144, por WhatsApp al +5491127716463, por mail a [email protected] o descargando la app.