Un año sin Mariano Caprarola: los secretos de su vida, sus amores y por qué no denunció a Aníbal Lotocki – GENTE Online
 

Un año sin Mariano Caprarola: los secretos de su vida, sus amores y por qué no denunció a Aníbal Lotocki

El 17 de agosto del año pasado su vida se apagó repentinamente. Un shock del que hasta hoy sus seres queridos no se recuperan. Un recorrido fotográfico por su última producción con Revista Gente y la palabra de Fady, su mamá, que habló por primera vez desde que partió de este plano.
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La muerte de Mariano Caprarola fue un shock para sus seres queridos, como para todo el mundo de la moda. Su vida se apagó injustamente el 17 de agosto del año pasado, cuando acababa de cumplir 49 años. Quienes lo recuerdan tienen presente hasta hoy el carisma, su compañerismo y la devoción especial que manifestaba por su mamá, Fady, que en la actualidad tiene 92 años.

“Nací el 12 de agosto de 1974 y mis papás no me esperaban. Ellos tenían 40 años cuando llegué al mundo y decidieron que, entre todos mis familiares, iban a malcriarme”, había contado el asesor de moda en su última tapa de Revista Gente en donde repasó su vida como nunca antes.

“Éramos cuatro hermanos. Alejandro, el mayor, se nos murió de un cáncer fulminante y fue tremendo, porque él en mi vida tenía el lugar de mi papá. Él se encargaba de todo. Y su partida fue un antes y un después. Te diría que ni se compara con la muerte de mi papá que sucedió cuando yo tenía 12 años. En aquel momento, me quedé sin ‘nos’: podía ir a bailar, hacer cosas que otros chicos no hacían… digamos que viví una adultez antes de tiempo”, contaba en junio de 2021.

El emocionante recuerdo de Fady, la mamá de Mariano Caprarola

“Yo tenía 42 años cuando nació Mariano. Nosotros teníamos una relación muy especial. Pero no te pienses que no había guerra gaucha. Así como nos llevábamos bien, me mandaba a la mierda. Pero venía enseguida y me pedía perdón. Era su forma de ser, la de un leonino”, comienza rememorando.

En el día a día “le gustaba comer de todo” y “no era exigente porque aceptaba todo lo que le hacía: a mi no me gustaba la cocina, pero lo hice obligada”. De acuerdo con lo que cuenta Alejandra, la mujer que hoy esta a cargo del cuidado de Fady, algo que siempre pedía era pollo.

“Cuando era chico Mariano se disfrazaba, y simulaba hacer obras de teatro. Era la forma que encontraba para destacarse. Pero yo no lo veía. Lo hacía todo encerrado en su cuarto: se armaba un escenario y actuaba. Desde pequeño le gustaba eso. Todo lo que hacia, lo hacía bien. Reemplazaba de forma perfecta a Horacio Cabak en la conducción de La jaula de la moda (Ciudad Magazine). Tenía capacidad para hacer todo”, manifiesta con orgullo.

Una de las pocas fotos qe conserva hoy Fady de Mariano Caprarola.
Una de las pocas fotos que conserva hoy Fady de Mariano Caprarola.

-¿Cómo era Mariano?

-Un payaso… (risas) un ser normal al que le gustaba su trabajo. Se podía poner un corpiño, una bombacha, lo que le dieran. No le importaba. Era su forma de ser. Le gustaba el trabajo que tenía.

-¿Y como hijo?

-Se preocupaba muchísimo por mí. Me perseguía, estaba muy atento a donde estaba yo. En la casa de San Isidro teníamos cámaras, y un día puse mi bolso con otras cosas arriba del sillón: descubrió espiando que iba a Mar del Plata para verlo de sorpresa. No se perdía nada. Si hubiera sido al revés, que yo me iba antes que él, no sé si lo hubiera aguantado. Era como una obsesión lo que tenía conmigo.

-¿Cuál es el vínculo que tenés con los amigos de Mariano en la actualidad?

-Me llaman. Iliana Calabró y Coca Calabró son las que más se comunican conmigo. También lo hace seguido Ángel de Brito para pedirme notas. Esporádicamente Horacio Cabak me escribe. El otro día con Alejandra le escribimos para que venga a comer un asado y contestó que iba a venir. "jajaja ya voy a ir", decía el mensaje.

Entre los recuerdos que quedan de Mariano, se en cuentran una numerosa cantidad de publicaciones de moda.
Entre los recuerdos que quedan de Mariano, se en cuentran una numerosa cantidad de publicaciones de moda.

-¿De qué manera lo tenés presente?

-Diariamente tengo presente las cosas de Mariano. Hablo mucho con las fotos y especialmente con una que tengo en mi cuarto que nos sacamos en el festejo de mis noventa años, en la casa de San Isidro.

-¿Los mejores recuerdos con él cuáles son?

-Me llevaba de viaje a todos lados. Estuvimos en Europa, Las Vegas, Miami, y por toda Argentina. En su época me gustaba viajar mucho, ahora ya no me está pasando. Con mi marido viajábamos mucho.

-¿Te hablaba de amor?

-Me contaba todas sus cosas que tenía con distintos chicos. No era de ocultarme sus relaciones. Estaba muy enamorado de un chico que se llamaba Luciano, pero eran el aceite y al agua. No congeniaban nunca.

"Las chicas". Ellas son las encargadas de custordiar a Mariano. Apenas se cruza la puerta de acceso, el mueble recibidor las contiene junto a la urna con las cenizas del ex panelista de La jaula de la moda.
"Las chicas". Ellas son las encargadas de custodiar a Mariano. Apenas se cruza la puerta de acceso, el mueble recibidor las contiene junto a la urna con las cenizas del ex panelista de La jaula de la moda.

Cómo fue la muerte de Mariano Caprarola

Caprarola murió la tarde del 17 de agosto tras sufrir un shock hemorrágico cuando estaba por recibir el alta luego de practicarse una cirugía en donde le quitaron unos cálculos renales. Una verdadera herida que sigue abierta para Fady (92), su mamá, quien tuvo que despedir por segunda vez a un hijo.

Fady tiene 92 años y vive en la casa que Mariano compró en abril del año pasado en un barrio cerrado de la zona norte. Si bien no vivió mucho tiempo allí, logró que cada uno de los espacios tenga su impronta.
Fady tiene 92 años y vive en la casa que Mariano compró en abril del año pasado en un barrio cerrado de la zona norte. Si bien no vivió mucho tiempo allí, logró que cada uno de los espacios tenga su impronta.

“Por Mariano necesito y deseo que se haga Justicia con este señor que me hizo tanto daño sacándome la vida de uno de mis hijos. No le deseo maldad, pero sí que se haga Justicia con la gente que operó con ese trabajo tan mal hecho”, afirma la mujer a Revista Gente al hablar por primera vez con un medio desde que murió su hijo.

El asesor de moda se sometió en 2010 a un procedimiento en el cual se le colocó un producto por el cual desarrolló una insuficiencia renal que condujo a su fallecimiento.

Es una de las múltiples víctimas que tiene el cirujano Aníbal Lotocki que por años fue buscado por númerosos integrantes de la colonia artística. Algunos casos que se pueden citar son los de Silvina Luna, Pamela Sosa, Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis, Cristian Zárate, Virginia Gallardo, Verónica Ojeda, La Chipi y Fran Mariano.

“Él no estaba operado por nadie, salvo por el marido de ella. No era un amigo. Una persona que te pone esas cosas que le puso a Mariano no puede decir que es un amigo. Le salimos de garante de la clínica en la que él estaba, venía a comer a casa con la otra mujer que tenía. Repito: un amigo no te puede hacer eso, pero por eso está donde está. Mariano nunca quiso denunciarlo, a pesar de que tendría que haberlo hecho”, insiste.

Caprarola, en una entrevista que dio poco tiempo antes de morir, manifestó que Lotocki le "inyectó muerte" y que temía terminar en una zanja si lo denunciaba.
Caprarola, en una entrevista que dio poco tiempo antes de morir, manifestó que Lotocki le "inyectó muerte" y que temía terminar en una zanja si lo denunciaba.

Y cuenta: “No quiso denunciarlo porque no se manejaba de esa forma. No sé si fue porque no le quería dañar la imagen aún más por lo que había hecho con él. Mariano procedía de esa forma. 'Mamá, no quiero plata', me dijo. Y lo dejó pasar”.

“Él estaba mal. Tenía dolor en las piernas y en la cola. Un cirujano amigo de la familia, Sergio Rossaroli, le sacó una cantidad terrible de plástico de la cola.  Él tiene pruebas de lo que sacó. El daño que le hizo Lotocki en su cuerpo fue terrible”, cuenta.

Y, hablándole directamente a Lotocki, manifiesta: “Ojalá Dios lo castigue y se haga justicia. Le hizo daño a mucha gente. Mariano llevó muchas amigas para atenderse con él. No las quiero nombrar porque no aparecieron públicamente, pero son todas conocidas. Les hizo el mismo procedimiento que a él, por lo que se encuentran en las mismas condiciones".

Cómo era la vida amorosa de Mariano Caprarola

Mariano Caprarola en su última producción con Revista Gente.
Mariano Caprarola en su última producción con Revista Gente.

En esa charla admitió que “no fue fácil” asumir su homosexualidad porque a su familia le costó aceptarlo tal cual era. De chico se escapaba para verse con un amigo que le gustaba, pero Fady “se puso como loca”. Eran otras épocas, claro.

Mariano afirmaba ser fanático de Fabiana Cantilo y que, a la vez, odiaba una de sus frases más icónicas Nada es para siempre porque le gustaría que todo sea para siempre. Quizás su paso por el mundo del amor no fue de los más afortunados.

“Me encantaría poder decir que voy a encontrar un amor para toda la vida, pero me es difícil sostenerlo… y no porque tenga una vida de libertinaje eh, yo tengo una vida mega tranquila. Confesándome, diría que le tengo mucho miedo a la soledad y que por eso elijo ser un entretenedor. A mí me encanta entretener a la gente y recibir mensajes de personas que me cuentan que tienen seres queridos con enfermedades que ríen o alcanzan su pico máximo de evolución cuando me ven en La jaula de la moda. Eso es enorme para mí. Esos son los regalos de mi vida”, manifestaba por ese entonces.

La relación más larga que tuvo duró cuatro años, con varias intermitencias. También confesó que nunca estuvo con nadie sin estar enamorado. Y buscó saltarse de esas etiquetas que él mismo consideraba que pesaba sobre la comunidad gay: “No me siento parte de la promiscuidad”.

En su última nota con Gente, el asesor de moda había dado detalles de su vida amorosa.
En su última nota con Gente, el asesor de moda había dado detalles de su vida amorosa.

“En el secundario me acosté con una mujer, ¡y estuvo bueno! Era el momento del micro hacia el campo de deportes y del Italpark, y había que tener novia. Se llamaba Belén Becerra y duró lo que duró la secundaria. Me entretenía ir a su casa, compartir su vida cotidiana y pasar tiempo con su familia. Ahora que lo pienso, ¡era re celoso!, y tenía como un enamoramiento porque pasaba por su casa en el colectivo y miraba si sus luces estaban prendidas. Y eso que también miraba pibes eh, pero no entendía por qué lo hacía”, contaba.

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