Pasó poco más de un año desde que Alberto Fernández decretó el primer período de "aislamiento social preventivo y obligatorio". Fue a mediados de marzo de 2020 y la medida que sólo duraría 15 días acabó extendiéndose durante meses.
Entonces, había en el país 111 casos confirmados de coronavirus y 3 muertes causadas por COVID-19. Se sabía poco de la enfermedad: los especialistas en el mundo debatían sobre las causas de contagio y sólo una semana antes de la Organización Mundial de la Salud había declarado la pandemia.
Entonces, el virus que los primeros días de diciembre era sólo una amenaza, ya se expandía en 114 países. Causando muertes y colapsando incluso los sistemas de salud mejor preparados.
Mientras en el ámbito científico los datos se compartían con una apertura nunca antes vista y en la sociedad reinaba la incertidumbre, la cuarentena parecía ser una medida a la altura de las circunstancias. Nadie esperaba que, un año más tarde, el virus aun resultara incontrolable.
La esperanza estaba puesta en las vacunas, que llegaron. Las desigualdades se hicieron notar en los planes de vacunación de los diversos estados. Mientras Israel celebra haber inoculado a la mayoría de su población liberando a los ciudadanos del mandato de usar máscaras (o tapabocas) en la calle, Argentina acaba de superar el 12 % de ciudadanos vacunados. Y acaba de entrar en una nueva fase de aislamiento, con restricciones y permisos que varían de una jurisdicción a otra.
Hace un año, cuando se declaró el aislamiento social, preventivo y obligatorio, Buenos Aires -la ciudad que nunca duerme- quedó en calma. Pareció como si alguien la hubiera dejado en pausa. Con el paso del tiempo, el movimiento comenzó a copar las calles nuevamente: los runners, los niños en las plazas y cada vez más negocios abiertos.
A un año, la nueva cuarentena -que también está prevista para durar 15 días- volvió a silenciar la ciudad. Esta vez las mayores restricciones sólo corren a partir del anochecer: de 20 a 6 sólo pueden circular quienes sean trabajadores esenciales. Así luce hoy la ciudad cuando cae la noche.
Foto: Fabián Uset. Video: Alejandro Carra y Matías Campaya