Cuando el rumor comenzó a esparcirse, en medio de las intrigas correspondientes, como si se tratara de un capítulo más de las aventuras de Niní, todavía jugaban a las escondidas. Es que Florencia Bertotti, ícono de los chicos, en pleno boom de su personaje encantador, prefería callar. ¿Era verdad que estaba separada de Guido Kaczka? ¿Tenía fundamento la versión de que Federico Amador, su compañero en la televisión y el teatro, vivía un romance con ella? Muchos lo aseguraban por lo bajo. Las guardias periodísticas empezaron a sorprenderlos. Y a esta altura del partido no hay más especulaciones que valgan: se los ve juntos habitualmente, como cualquier pareja, y la relación está más que confirmada. De la ficción a la realidad, sin escalas.
A comienzos de año, cuando estalló el escándalo, Bertotti estaba en plena ola de suceso y trabajo. Niní recorría el país, y en Córdoba, donde llenó el enorme estadio Orfeo, las versiones aumentaron al máximo. Ella no quiso hablar. Esquivó a la prensa. Y la figura de Amador, el “Tomás” de la fantasía de Niní, cobraba tintes misteriosos. Ya no más: distendidos, a veces divertidos, sin tapujos, recorren las calles de Palermo y hacen la vida “normal” de toda pareja. Como salir para hacer las compras, por ejemplo. Nada de otro mundo.
Florencia (27) y Guido (32) se casaron en diciembre de 2006 con una gran fiesta celebrada en una quinta de Hurlingham, con amplia cobertura de los medios. Se habían conocido en la tira televisiva Verano del 98, cuando apenas eran adolescentes. Y después de siete años de noviazgo decidieron dar el sí. Tuvieron un hijo, Romeo, que hoy tiene dos años y medio. Socios en la vida, también llevaron esa sociedad al espectáculo, al producir con su empresa todo lo relacionado con Niní.
En enero, las voces que declaraban la ruptura de la relación se hicieron más estruendosas. Y al poco tiempo, nadie negaba los encuentros entre Flor y Federico (35). El actor, que en esos momentos se separaba de su mujer, María José, tiene dos hijos: Ciro (1) y Vito (4). ¿Cómo seguirá la historia entre ellos? Habrá que esperar nuevos capítulos...
Federico y Florencia, por las calles de Palermo, dejando en claro que comparten sus días, como ya es conocido por todos. La relación crece.
Florencia acababa de ingresar a un almacén, parte del paseo distendido por el barrio.
Compañeros de tira diaria y de teatro, la buena onda entre Amador y Bertotti derivó en algo más: uno de los romances (otrora secreto) más comentados del año. El tiene 35; ella, 27. Por el momento se los ve felices y con ganas de consolidar la pareja.
