Durante el fin de semana, todas las miradas han estado puestas en la recuperación del Kun Agüero, quien el sábado pasado a los 40 minutos del partido en el Camp Nou de Barcelona frente a Alavés, el delantero quedó inmovilizado en el césped, a causa de una arritmia, y debió ser trasladado en ambulancia al Hospital de Cataluña.
Sin embargo, este tipo de problemas cardiovasculares son cada vez más comunes en jugadores de fútbol o deportistas. En los últimos tiempos, podemos nombrar una variedad de jugadores del mundo del fútbol que tuvieron complicaciones cardíacas que les causó desde un retiro temprano, en lo profesional, hasta casos de muerte súbita.
Algunos casos de futbolistas que sufrieron problemas cardíacos y tuvieron que colgar los botines fueron: Christian Eriksen, futbolista danés que jugaba como centrocampista en el Inter de Milán; Marc-Vivien Foé, un futbolista camerunés que se desempeñaba como mediocampista central; El futbolista del Real Madrid Lucas Silva; El exfutbolista italiano que jugaba de delantero, Antonio Cassano; como también Iker Casillas, el ex arquero del Real Madrid.
Asimismo, en Argentina estuvieron los casos de Marcelo Bravo, exfutbolista argentino que jugaba en el club Velez Sarsfield; El lateral derecho colombiano Andrés Felipe Román, quien había sido fichado por Boca Juniors; y uno de los últimos casos conocidos, Christian Mayo, el camerunés de 19 años que jugaba en Boca.
En este marco, todos los mencionados forman parte de una extensa lista de deportistas que han padecido por problemas cardíacos y se han visto obligados a dejar el fútbol profesional, o no han pasado las pruebas médicas del club que los fichó, hasta la misma muerte súbita en alguno de los casos más recordados en el ambiente futbolístico.
Marc-Vivien Foé
El 26 de junio de 2003 el camerunés Marc-Vivien Foé sufrió un paro cardíaco mientras disputaba un partido con su seleccionado nacional ante Colombia. Esta fue la única muerte que se registró durante un encuentro organizado por la FIFA en la historia. Como consecuencia, la entidad deportiva tomó cartas en el asunto desde ese entonces y creó un protocolo médico para contrarrestar este tipo de situaciones.
El caso del camerunés de 28 años, quien colapsó durante la semifinal de la Copa Confederaciones frente a Colombia, a pesar de la ayuda inmediata y los intentos de reanimación murió a causa de un ataque cardíaco como consecuencia de una inflamación en su ventrículo izquierdo (miocardiopatía hipertrófica), dejó un precedente en el mundo del fútbol frente a estas problemáticas de corazón.
Christian Eriksen
Christian Eriksen, futbolista danés, sufrió un paro cardiaco durante el partido entre Dinamarca y Finlandia en la pasada Eurocopa. A tal efecto, el jugador, tras una serie de estudios, no podrá continuar en el ‘calcio’, luego de que su club el Inter de Milán, comunicara que el mediocampista no podrá jugar esta temporada y deja la puerta abierta a que pueda dejar San Siro y encontrar otra liga en la que sí pueda actuar con el desfibrilador.
En ese sentido, la carrera futbolística en Serie A habría llegado a su fin para Eriksen. Según indicó en agosto Francesco Braconaro, miembro del comité científico técnico de la Federación Italiana de Fútbol, no puede jugar en Italia a menos que se le retire el dispositivo.
Lucas Silva
El caso del futbolista del Real Madrid, Lucas Silva, tuvo un mejor desenlace. Aunque, no superó los exámenes cuando iba a transformarse en refuerzo del Sporting Lisboa. A causa de que los médicos le descubrieron una arritmia, que le impidió volver a jugar de manera profesional. Sin embargo, Tras someterse a estudios, la arritmia desapareció a los dos meses y pudo seguir jugando al fútbol.
Antonio Cassano
Otro caso fue el del delantero italiano Antonio Cassano, quien sufrió un accidente cerebrovascular en el Milan. Luego de presentar problemas en el habla, fue hospitalizado y posteriormente operado. Los médicos informaron que el problema se originó por un orificio que separa la aurícula derecha de la izquierda y que frecuentemente se cierra al nacer. Con un mejor final, el jugador volvió a jugar luego de seis meses de recuperación.
Iker Casillas
Iker Casillas, el ex arquero del Real Madrid fue internado el 1 de mayo tras sufrir un infarto de miocardio durante un entrenamiento con el Porto de Portugal. Tras ser hospitalizado, se recuperó sin problemas.
En ese caso, los médicos confirmaron que tenía obstruida la arteria coronaria derecha y mientras se recuperaba de dicha dolencia, formó parte del cuerpo técnico del equipo luso como medida cautelar, hasta su retiro en agosto de 2020.
En las canchas locales también hubo casos similares
Andrés Felipe Román
Andrés Felipe Román iba a ser jugador de Boca, sin embargo, el pase se truncó tras la revisión médica de rutina que le detectó un problema cardíaco, una miocardiopatía hipertrófica. En ese sentido, el defensor regresó a Millonarios, su club de origen.
Sin embargo, en Millonarios decidieron hacerle nuevos estudios clínicos y los resultados no arrojaron lo mismo que los del Xeneize. El equipo colombiano sostiene que lo que tiene el lateral es "un corazón de atleta".
Marcelo Bravo
Un caso similar fue el que padeció el ex mediocampista de Vélez Sarsfield, Marcelo Bravo, quien debió dejar el fútbol a los 20 años, en 2005, luego de que le detectaran una miocardiopatía que lo obligó a retirarse.
Bravo irrumpió en el 2003, estuvo en las juveniles con Leo Messi. Tras ser campeón del Clausura 2005 con el Fortín, había sido convocado al seleccionado de menores y el sábado 20 de agosto de 2005 fue la figura en el triunfo 6-0 ante Gimnasia, en La Plata. Sin embargo, de golpe tuvo que dar de baja su carrera profesional en el fútbol.
Christian Mayo
Otro caso muy reciente, en Boca, fue el de Christian Mayo, quien a los 19 años debió dejar de jugar al fútbol. Esto ocurrió en septiembre de 2018. La drástica decisión del camerunés se debió a que le detectaron un problema cardíaco que le impidió jugar de manera profesional. El jugador había llegado al Xeneize en 2016 y se desempeñaba como volante central del equipo de Reserva.
Sus buen desempeño lo había llevado a ser mirado atentamente por el entrenador Guillermo Barros Schelotto. Sin embargo, los estudios médicos arrojaron una condición cardíaca que era incompatible con la práctica profesional del deporte, por lo que Mayo debió poner punto final a su carrera.