La tragedia que tuvo como protagonista a “El Noba”, el cantante referente del movimiento cumbia 420, quién perdió la vida tras un siniestro vial mientras conducía su moto sin casco, trajo nuevamente a escena el debate sobre la importancia de ejercer un modelo de conducción responsable y segura.
De acuerdo a las estadísticas difundidas por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, los siniestros viales son la primera causa de muerte de los menores de 35 años en Argentina. Del porcentaje total, el 70% corresponde a motociclistas que no utilizaban el casco (o no lo tenían colocado correctamente) y/o conducían alcoholizados.
El observatorio de CECAITRA, la Cámara de empresas productoras de software vial, realizó un sondeo telefónico en más de mil hogares de CABA y el Gran Buenos Aires para ofrecer otra visión acerca del uso del casco.
Luego se indagó sobre el nivel de cumplimiento de la misma. Al consultar: “¿Cuánto considera usted que la norma de uso de casco se cumple?”, el 65,6% dijo que la norma se cumple “poco” o “nada”, y sólo el 33,8% eligió las opciones “bastante” o “mucho”.
Consultado por Gente, Facundo Jaime (vocero del Observatorio Vial de CECAITRA) expresó: “Si bien las respuestas confirman el nivel de conocimiento masivo de la norma, simultáneamente reflejan que el uso del casco no es lo que habitualmente se observa en los conductores de motos y bicicletas”.
Analizando los resultados de la encuesta, mientras que para el 56,9%, de los menores de 29 años, el uso de casco es poco o nada; el porcentaje asciende al 69,5% en esas opciones, como los mayores de 65 años. También hubo diferencias significativas según el sexo: para el 25% de las mujeres se usa mucho o bastante el casco; pero el número sube al 43,9% en los hombres.
“Los hombres visualizan que el uso del casco es mucho menor a lo que ven las mujeres en la calle. Lo importante es reconocer la importancia de la utilización correcta, siendo un dispositivo de seguridad que salva vidas. Cuando se circula en moto no hay siniestros menores, ya que el escudo ante un choque o caída es el propio cuerpo, y en donde, por más que se circule a velocidades muy reducidas, el peligro es altísimo”, finalizó Jaime.