A las 08.33 del 22 de febrero de 2012, la formación N° 3772, chapa 16, de la línea Sarmiento, se encontraba llegando a la terminal de Once. El tren no frenó. Producto de este accidente murieron 52 personas y 789 resultaron heridas. Por su magnitud, se convirtió en la tercera tragedia ferroviaria más grave en la historia del país.
La justicia determinó que era una tragedia evitable porque informes oficiales habían alertado sobre las malas condiciones de funcionamiento de los trenes pero que funcionarios y empresarios decidieron pasar por alto estas graves advertencias.
El primer juicio oral por el caso comenzó en marzo de 2014. Fueron juzgadas 28 personas entre ex funcionarios y directivo de TBA, la empresa que tenía la concesión de la línea Sarmiento. En diciembre de 2015 el Tribunal Oral Federal 2 condenó a 21 acusados por los delitos de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública y estrago culposo y otros 7 fueron absueltos.
Desde @TragediaOnce_ la cuenta oficial en Twitter de los familiares y sobrevivientes señalaron: “Ante la posibilidad de que se resuelva la prisión domiciliaria del corrupto condenado y ex Secretario de Transporte de Cristina Fernandez de Kirchner en 2012, Juan Pablo Schiavi, por parte de un Tribunal de turno en feria, distinto del TOF 2 que es quien entiende en el primer juicio por la Tragedia de Once, queremos señalar que: 1- los motivos que impulsan tal pedido no revisten mayor entidad que la que su círculo íntimo intenta instalar (depresión profunda). Tal estado no se dejaba percibir en las escuchas que hace unos meses se hicieron públicas. 2 – el caso debería resolverlo el tribunal que lo condenó (TOF 2) y no el de feria”. “3- nunca vamos a ir contra razones humanitarias, porque, a diferencia de los asesinos de escritorio responsables de la masacre, entendemos las leyes. 4 – esperamos que el tribunal de feria se excuse y permita que el pedido de prisión domiciliaria sea evaluado por el TOF 2 en febrero en base a pericias claras y que no dejen lugar a dudas. 5 – las únicas víctimas son los 52 inocentes muertos y sus familiares y amigos. No los condenados .La revictimización de los fallecidos y sus deudos no puede ser ignorada. Cada vez que un corrupto se va a su casa por motivos poco claros, la masacre vuelve a ocurrir. Es responsabilidad de la justicia que esto se detenga. Que las condenas queden firmes, y que lo causantes de tanto dolor sigan tras las rejas. Solo así sentiremos que vivimos en un país digno”.
El 22 de febrero de 2020, familiares de las víctimas siguen reclamando Justicia. Paolo Menghini, papá de Lucas Menghini Rey, dijo que su vida “es la de un padre que todos los días extraña a su hijo como desde la primera vez pero que ha logrado aprender a vivir a regañadientes con ese dolor”.
“El amor hacia Lucas y la necesidad de justicia han sido un motor fundamental para transitar un camino muy difícil como el que afrontamos desde hace ocho años. Junto a los afectos más cercanos y el grupo de familiares que hemos conformado conseguimos condenas ejemplares aún cuando todavía quedan pasos para su confirmación”, señaló.
Por su parte, María Luján Rey, mamá de Lucas, indicó que hace ocho años su vida “cambió radicalmente”. Ella es en la actualidad diputada nacional de Juntos por el Cambio, "con el objetivo de seguir luchando por la causa", afirmó. “Pasé a tener una hija única. A tener que pelear todos los días para tener ganas de levantarme. Tuve que caminar por lugares por los que nunca había caminado. Aprendimos sobre trenes y llevamos adelante una lucha que nos permitió condenar a culpables”, contó.